Aunque los horrores de la realidad siempre superan a los horrores de la ficción, lo cierto es que hay un puñado de películas que han hecho historia por ser especialmente perversas y perturbadoras.
Las 15 de las películas más perturbadoras de la historia. No sabemos qué explicación científica o psicológica tiene esa curiosidad que casi todas las personas sentimos ante lo que nos provoca rechazo o repulsión, hacia aquello que nos hace retorcernos, por ejemplo, en la butaca.
Obras maestras de grandes directores como Larry Clark, Stanley Kubrick, Lars Von Trier o Michael Haneke que han buceado por el lado más oscuro y más retorcido del ser humano y que han puesto sus tramas al servicio de escenas que nos han sido imposible borrar de la mente.
Aunque la mayoría de las cintas que conforman este listado que os proponemos son para verlas una única vez por la dureza de sus propuestas, os aseguramos que son de obligado visionado para todo amante de las emociones fuertes, pero sobre todo para todo amante del cine en cada una de sus formas y manifestaciones.
Aquí tenéis las 15 de las películas más perturbadoras de la historia :
Réquiem por un sueño (Darren Aronofsky, 2000)
De todas las inómodas y claustrofóbicas cintas que pueblan la filmografía de Darren, Requiem por un sueño es la que destacamos por su estética, su banda sonora y la crudeza que emplea a la hora de narrar el descenso (sin frenos) al infierno de las drogas y de la prostitución de tres jóvenes perdidos y desencantados con sus realidades.
Saló o los 120 días de Sodoma (Pier Paolo Pasolini, 1975)
Pier Paolo Pasolini fue uno de los cineastas más revolucionarios y visionarios de la historia del cine. Rodó Saló o los 120 días de Sodoma basándose en una obra del Marqués de Sade y adaptándola a la Italia posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Esta metáfora violenta, cruel e inenarrable del fascismo, el consumismo y las miserias del capitalismo sigue siendo uno de los títulos más desasosegantes que se han filmado.
Funny Games (Michael Haneke, 1997)
El universo del austríaco Michael Haneke disecciona la sociedad y sus lacras desde el demoledor punto de vista de la violencia. En Funny Games (película que rodó en su versión austriaca y en un posterior remake americano) hizo un perverso estudio sobre la maldad por placer y sentó las bases de ese subgénero cinematográico calificado como home invasion.
Martyrs (Pascal Laugier, 2008)
A principios de los años 2000, hubo una oleada de cine francés de marcado carácter gore y torture. De entre esa tendencia sanguinolenta y descaranada, Martyrs fue una joya que no solo generó controversia por sus escenas de violencia explícita hasta el extremo, sino que también levantó ampollas por la crítica que hacía sobre el fanatismo religioso y la fe.
La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971)
La que probablemente es la película más icónica de Kubrick (con permiso del resto de su filmografía) estaba protagonizada por un joven muy agresivo que era jefe de la banda de los drugos. Estos sociópatas y psicópatas daban rienda a sus asquerosos instintos al ritmo de la novena sinfonía de Bethoveen demostrando que la violencia puede ser bella.
A Serbian Film (Srdjan Spasojevic, 2010)
Aunque Srdjan Spasojevic y Aleksandar Radivojevic, director y guionista de esta aberración, declararon que el objetivo primordial era criticar las películas políticamente correctas que se estaban haciendo en su país, a pesar de que la realidad social era terrible, la verdad es que la cinta es un festival de perversiones de todo tipo que pocos terminaron de ver.
The Human Centipede: First Sequence (Tom Six, 2009)
En esta loquísima cinta de terror, el título es lo primero explícito que el espectador se encuentra porque la trama está dedicada única y exclusivamente a desagradar a la audiencia con el experimento de un doctor enajenado que secuestra a gente para crear un ciempiés de humanos y humanas unidos y unidas por… Mejor la veis.
À l’intérieur (Alexandre Bustillo, 2007)
De la anteriormente mencionada oleada de cine francés gore y sofisticado, también rescatamos esta home invasion salvaje y demencial en la que una mujer con ansias de venganza y de ser madre asalta la casa de otra con la intención de robarle a su hijo. Un detalle importante es que el niño todavía no ha nacido. El final de la cinta provocó huídas en masa de las salas.
Holocausto caníbal (Ruggero Deodato, 1980)
La pionera de otro subgénero como es el found footage y que abarca todas esas películas que juegan con la idea de que el material que estamos visionando es real fue la cinta de culto Holocausto Caníbal. Quizás la idea de que las atrocidades que vimos habían ocurrido de verdad fue lo que nos revolvió el estómago hasta límites insospechados.
Irreversible (Gaspar Noé, 2002)
Toda esa audiencia que tiene predilección y tendencia por lxs cineastas disruptivxs, provocadorxs y controvertidxs, tiene entre sus debilidades a Gaspar Noé. Su cine excesivo y esquizofrénico lleno de luz y color presenta un trasfondo tan negro e inquietante como la escena de la violación en tiempo real de la Bellucci en Irreversible.
El último tango en París (Bernardo Bertolucci, 1972)
La película más famosa de Bertolucci acabó pasando a la historia por otros motivos más allá de su calidad. Sus escenas sexuales la convirtieron en un icono desde su estreno. La más famosa incluía mantequilla como lubricante, pero volvió a ser noticia hace poco cuando Maria Schneider confesó que Brando y Bertolucci se compincharon para rodar una violación que fue real.
Kids (Larry Clark, 1995)
Kids de Larry Clark se convirtió en todo un fenómeno a mitad de los años 90 por mostrar con veracidad y crudeza la realidad llena de sexo, drogas y alcohol de un grupo de adolescentes interpretado por actores y actrices no profesionales que acabaron convirtiéndose en juguetes rotos que no supieron gestionar su fama fugaz.
La Pasión de Cristo (Mel Gibson, 2004)
Mel Gibson no se topó con la Iglesia, de hecho el Vaticano entero y sus feligreses aplaudieron la proeza fílmica de mostrar tan fielmente y gráficamente el sufrimiento de Jesús en sus últimos días. El éxtasis cinematográfico de Gibson permanece hoy como una de las experiencias más intensas y truculentas que hemos podido vivir en un cine.
Anticristo (Lars Von Trier, 2009)
Aunque de la carrera del danés Lars Von Trier cualquiera de sus películas al azar no hubiera desentonado en esta lista, Anticristo fue la que hizo que corrieran más ríos de tinta por asaltar el tema de la pérdida y la maternidad desde la misoginia más absoluta y por un par de escenas de mutilación que es mejor olvidar.
Canino (Yorgos Lanthimos, 2009)
El griego Yorgos Lanthimos utiliza su original y punzante punto de vista para ponernos en frente de nuestras mierdas partiendo de la base de las distopías más bizarras y las fábulas más transgresoras. Además, hace un uso muy inteligente de humor negro para aliviarnos un poco el tránsito que supone ver cada una de sus películas. Canino sentó todos los precedentes.
Las 15 de las películas más perturbadoras de la historia . Por Luiki Alonso