La delicada ‘fine fusion cuisine’ de Markus Vinicios y su equipo huye de tópicos y es conocida por su mezcla refinada de conocimiento e influencias de diversas culturas gastronómicas
Emilio Innobar: un viaje exótico al paladar. Una deliciosa alternativa gastronómica que despertará tus sentidos. En esta nueva etapa como propietario, Markus Vinicios sigue huyendo de los tópicos dando un verdadero soplo de aire fresco a la nueva fine fusión cuisine.
Cuando uno entra en el restaurante, se siente al instante una sensación maravillosa. La estética minimalista del local, una cuidada iluminación nos hacen pensar al momento que estamos en esos restaurantes que son mucho más allá del envoltorio y que la propuesta gastronómica es de altura.
Emilio Castrejón tenía el know how, pero ahora la ‘culpa’ del éxito la tiene Markus, el mejor discípulo del maestro. Y la presencia del maestro se nota y se transforma en una propuesta muy fresca, cosmopolita y sabrosa.
La ‘fine fusion cuisine’ del restaurante Emilio Innobar se entrelaza entre culturas culinarias para dar lugar a un sinfín de platos con matices e influencias a las que es imposible sacarles pegas.
En cada servicio desfilan platos como el ceviche, tartar, sashimi, tataki, gyozas, solomillo coreano.Tienes que probar el plato estrella, el sahimi de cuatro lomos de pescado cortado en finas laminas; la llave de éxito de este plato es la frescura y por supuesto la calidad del producto.
También está buenísimo el dragón fish, el tataki de dorada, el bonito sobre fideuà de calabacín salteado con almendras, la crepe de pescado del día con salsa de coco y porque no, el delicioso ceviche con trocitos de aguacate y tomatitos.
Un viaje exótico al paladar
Además para los carnívoros sirven un solomillo coreano picante servido con tiras de las tortitas de maíz mexicanas o las costillas de cordero, para chuparse los dedos.
Sin duda una propuesta que va un paso más allá ya que apuesta por fusionar ingredientes y materia prima española con técnicas japonesas.
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