La exposición Panic Room de Iskra Dimitrova ofrece ideas de rediseño o incluso reajuste de nuestra actitud hacia el entorno natural y social. En realidad, se trata de diferentes enfoques de conexión y solidaridad entre las personas y su entorno
‘Panic Room’ de Iskra Dimitrova, las personas y su entorno. ¿Sabias qué el 22 de abril es el día del planeta Tierra?. Este día ha sido marcado durante ya medio siglo, con el objetivo de enfatizar la conciencia de la gente sobre la importancia de la preservación para un medio ambiente de vida saludable.
Al borde del abismo ontológico
Surge la pregunta «¿Qué hemos hecho durante los últimos 50 años?» En lugar de cuidar la naturaleza, logramos acelerar el proceso de su degradación.
Logramos ignorar por completo las sugerencias de los científicos de que la contaminación y degradación de la naturaleza y las condiciones de vida en nuestro planeta significa ir hacia el borde del abismo ontológico.
Ha demostrado que el abismo ontológico tiene mayor atracción gravitacional en lugar de nuestra obligación de ser responsables de cara al futuro: el que, según ciertas observaciones, ya está sucediendo.
El concepto de la exposición Panic Room, es ofrecer ciertas ideas de rediseño o incluso reajuste de nuestra actitud hacia el entorno natural y social
En realidad, se trata de diferentes enfoques de conexión y solidaridad entre las personas y su entorno (a diferencia de la forma habitual en que las condiciones de vida se dan por sentadas, como algo que se nos da y nos pertenece). Al mismo tiempo, la exposición también es una crítica a la estrategia neoliberal financiera, tecnológica, biopolítica o necropolítica de manipular y colonizar todas las esferas de la existencia espacial, biológica y simbólica.
En lugar de una ecología del miedo, una ecología del pensamiento
Panic Room (Sala del Pánico) no significa ningún lugar seguro para esconderse (como en la película de David Fincher de la que se toma prestado el título), sino que se refiere al espacio interior e íntimo como un lugar de decisión para un giro decisivo de pensamiento: en lugar de aceptar que es mucho más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo, saltar a pensar e imaginar el fin del capitalismo, pidiendo “un nuevo país, un nuevo pueblo” (Deleuze & Guattari) En lugar de una ecología del miedo, una ecología del pensamiento.