La banda The Cramps es la que mejor ha comprendido la filosofía estética de locura vital que subyace el género en su origen.
The Cramps, la última banda de rock and roll. En sus orígenes, el rock and roll fue un género musical marcado por el baile, la intensidad, la simplicidad y la catarsis sensual, elementos que cayeron como anillo al dedo para la juventud de postguerra en EE.UU y, consecuentemente, para la industria musical mundial. Figuras como Chuck Berry, Bo Diddley, Link Wray, Buddy Holly y su principal celebridad, Elvis Presley, ayudaron a moldear la nueva cara de la rebeldía y la respuesta adolescente, cuya influencia transciende a la música.
La mundialización del género a partir de los años 60 con bandas inglesas como los Beatles, los Rolling Stones y las mutaciones en su país de origen, como el rock californiano, conocido como “surf rock”; junto a la contracultura y la psicodelia de final de década hicieron que el género fuera, poco a poco, ganando matices hasta quedar sofisticado, complejo e incluso abiertamente politizado.
El movimiento punk de finales de los años 70 reanimó la actitud original del rock and roll con un aspecto más agresivo y descarado, pero con los elementos fundamentales del estilo, como simplicidad y contundencia. En este contexto surgió The Cramps, quizá la banda que mejor ha comprendido la filosofía estética de locura vital que subyace el género en su origen.
The Cramps, la última banda de rock and roll. El encuentro fundador
A principios de los años 70 en Sacramento, California, un hombre llamado Erick Purkhiser conoció a una joven chica llamada Kristy Wallace cuando ella hacía autostop. Ambos estudiaban en la misma universidad y luego empezaron una relación. Los dos tenían en común la pasión por discos antiguos de rock and roll de los años 50 y 60. Después de mudarse a Nueva York montaron la banda en 1976 y asumieron los nombres artísticos de Lux Interior, el cantante, y Poison Ivy, que tocaba la guitarra eléctrica. A la pareja se unieron también el segundo guitarrista Bryan Gregory y su hermana Pam Gregory (sustituida posteriormente por Nick Knox) en la batería.
Entre 1976 y 1980, marcados por el lanzamiento de su primer disco, el grupo se aventuró en el escenario musical neoyorquino tocando su rock and roll vintage y haciendo conciertos en clubs como el CBGB’s. También lanzaron varios EP, lo que les dio algún reconocimiento. Aunque fueron tratados como una banda de punk en sus inicios, sobre todo por su apariencia y porque compartieron el mismo público y los mismos palcos, los Cramps siempre se mantuvieron fieles al género del rock antiguo, tanto en las letras, que siempre hablan de cosas bizarras, películas B de los 50 e 60 y sexo, como en la manera de componer las canciones, con equipo retro. En aquel tiempo, con una de las consideradas formaciones clásicas, grabaron un concierto en directo en un hospital psiquiátrico en California.
The Cramps, la última banda de rock and roll. La puesta en escena
Las referencias estéticas de los Cramps iban más allá de la música, con elementos de sadomasoquismo, fetichismo y cultura pop de la postguerra. El look del grupo causaba cierto choque, especialmente la apariencia de Lux Interior, que usaba ropas de cuero y hacía striptease y otras insinuaciones en directo, simulaba sexo oral con el micrófono y calzaba zapatos femeninos de tacón alto. La banda reflejaba exactamente el estilo de vida de la pareja Lux Interior y Poison Ivy, a quienes no les importaba parecer cool y estilosos en entrevistas o declaraciones públicas.
A lo largo de los años 80, el grupo lanzó discos a través de pequeños sellos musicales y conquistó a un público fiel en EE. UU y Europa, donde hicieron innumerables giras. Con una formación inestable, ya sin Gregory y siempre alternando entre un segundo guitarrista y un bajista, The Cramps llegó hasta los años 90 con un status de culto.
La pareja siempre ha defendido que el rock and roll se trata básicamente de rebeldía visceral y sexualidad, cosas que no podrían pasar inadvertidas de politización y que deberían ser representadas en el escenario tal como se presentaban, de una manera sucia y chocante. Haciendo eso, se convirtieron en la última banda auténtica de rock and roll.
Reconocimiento tardío.
A principios de los años 90, la banda lanzó su disco más conocido, “Stay Sick!”, con distribución mundial, y empezaron a hacer videoclips para la MTV, lo que hizo que fueran conocidos en todo el mundo. Con apenas un disco lanzado en los años 2000, pusieron el punto y final a sus actividades en 2006. En 2009 Lux Interior fallece inesperadamente, víctima de una disección aórtica, dando fin a una de las historias de amor más bellas del rock.
Poison Ivy, una de las guitarristas más subestimadas de los últimos tiempos, salió de la vida pública, no concediendo entrevistas ni apareciendo en público. A pesar del final trágico, la historia y legado de The Cramps sigue disponible en la última sala del museo sonoro del rock and roll y será difícil volver a ver a otro cantante que luzca tan estiloso sobre sus altos tacones como Lux Interior.
The Cramps, la última banda de rock and roll. Fuente: Rômulo Ataides França