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La expresividad de los rostros de Lucian Freud

El potencial de Lucian Freud queda evidente en la fuerte expresividad de los rostros y en el inconfundible estilo que siempre acompañaría su obra.

Girl with a white Dog

Lucian Freud es uno de los artistas figurativos más importantes de la segunda mitad del XX. Su expresionismo lo acerca a autores como Bacon o Auerbach, con los que formó la llamada Escuela de Londres (paradójicamente, ninguno de los tres era de Londres, ni siquiera británicos), Aunque Freud era uno de los más «naturalistas» al mostrar la «realidad».

Girl with a Kitten

Especializado en retratos, sus cuadros son fríos, sin expresar apenas sentimientos, pero tratando de enfatizar la carnalidad y la materia (otra vez, como Bacon o Auerbach), sobre todo en sus excelentes desnudos.

619735 Benefits Supervisor Sleeping, 1995 (oil on canvas) by Freud, Lucian (1922-2011); 151.3×219 cm; Private Collection

Fue nieto de Sigmund Freud, por lo que al inicio de su carrera abrazó el surrealismo. Como sucedió con muchos artistas, la llegada de Hitler al poder hizo que su familia emigrara y se instalara en Londres. En los años 40 ya asentaría su figuración, huyendo de la abstracción de moda en la época.

Kathleen (Kitty) Eleonora Epstein Garman

Casi exclusivamente trabajó el retrato: gente conocida como amigos, familia, colegas artistas, amantes… Tuvo la suerte de poder rechazar lucrativos retratos por encargo. Siempre buscó de alguna manera nutrirse de lo autobiográfico.

870145 Sunny Morning – Eight Legs, 1997 (oil on canvas) by Freud, Lucian (1922-2011); 234×132.1 cm; The Art Institute of Chicago, IL, USA; © The Lucian Freud Archive

También trabajó el retrato de animales como mascotas y caballos, a veces acompañando a sus dueños, en algunas escenas de una poética sutileza en algunos casos.

Las primeras pinturas de Freud, sobre todo retratos de sus vecinos, muestran una estética menos compleja que sus futuras obras maestras. Pincelada menos marcada, amplias zonas de color recortadas y una sutil tendencia hacia la abstracción en rostros, ropajes y fondos. Sin embargo, el potencial del artista en ciernes queda evidente en la fuerte expresividad de los rostros y en el inconfundible estilo que siempre acompañaría su obra.

1954 es un año fundamental para su trayectoria artística. Junto con Francis Bacon y Ben Nicholson, Lucian Freud representa a Gran Bretaña en la 27ª Edición de la Bienal de Venecia. Es entonces cuando empiezan a surgir las voces críticas acerca de la controvertida modernidad de su obra pictórica. Hay quien ven su arte como un retroceso, un “incipiente declinar de un arte que floreció demasiado pronto” (en palabras del crítico David Sylvester).

Durante los años 80, la producción pictórica de Lucian Freud alcanza su máximo esplendor. A esta época corresponden obras maestras como el Gran Interior W11 (1983). La inspiración le llega, de nuevo, de clásicos de la pintura como Watteau o William Turner.

Entre 1987 y 1988 se pone en marcha la primera gran exposición retrospectiva de la obra de Lucian Freud, organizada por el British Council y el Museo Hirshhorn de Washington DC. La muestra viaja por París, Londres y Berlín.

Las exposiciones durante los años 90, entre ellas destaca la muestra Lucian Freud: Obra Reciente, que arrastró verdaderas multitudes a museos como el MoMA de Nueva York o el Museo Reina Sofía de Madrid. La obra de Freud alcanza relevancia mundial, siendo considerado uno de los artistas vivos más importantes de la época.

Los años del LSD

A partir de 1958, Freud empieza a pintar de pie. Su obra da un giro inesperado y sus retratos empiezan a mostrar una carnalidad excesiva, basada en la inconfundible pincelada que se convertiría en una de sus constantes y en una paleta de colores alejada de la realidad.

Es probablemente en este momento cuando el auténtico artista empieza a despegar; a partir de entonces Freud comienza a crear los mejores retratos, interiores y desnudos de su carrera. No es hasta 1961 cuando decide volver a dibujar, aunque esta disciplina solo fue un “entretenimiento” menor para un artista con pasión por el lienzo y los óleos.

En los años 60 el artista crea una impresionante serie de pinturas, entre las que destaca Joven Desnuda (1966): un retrato cenital de una mujer de rostro angustiado, donde la pincelada y el color marcan y enfatizan los ángulos y los claroscuros del cuerpo. 

Un poco más sobre Lucian Freud

Lucian Freud debe su apellido a su famosísimo abuelo, Sigmund Freud, padre de la técnica del psicoanálisis y una de las figuras más relevantes y controvertidas de la psiquiatría, la psicología y la filosofía de los siglos XIX y XX.

Lucian nació en Berlín en 1922, hijo del arquitecto Ernst Ludwig Freud y de Lucie Brasch. Con la llegada al poder del partido nazi y ante la amenaza latente que suponía para su cultura, la familia emigró a Londres cuando el futuro pintor tenía solo 11 años de edad.

El interés que el joven Lucian demostró por el arte desde temprana edad, en detrimento de la enseñanza académica, motivó su ingreso en la Central School of Arts and Crafts de Londres en el año 1938. Sin embargo, pronto se trasladaría a estudiar a la escuela de arte que Cedric Morris dirigía entonces en Essex. Fue entonces cuando el pintor que se escondía en el joven empezó a mostrar su impresionante talento, reflejado en retratos, paisajes y bodegones.

En 1946 Freud viaja a París y a la isla griega de Poros. En ámbos lugares reside durante varios meses y continúa desarrollando su personal forma de pintar, buscando los entresijos del alma humana a través de retratos llenos de intensidad.

En esta época Freud tiene relaciones con numerosos amantes de ambos sexos (algo que fue una constante en su vida), entre los cuales destaca Lorna Wishart, esposa de Ernst Wishart y amante también del escritor Laurie Lee. Tras una tumultuosa relación con Lorna, Freud termina casándose con su sobrina, Kathleen Garman Epstein.

Durante los cuatro años que duró su matrimonio el artista retrató a su esposa en múltiples ocasiones. Entre estos retratos destaca muy especialmente una de las primeras obras maestras del pintor: el óleo Joven con chaqueta negra (1947). Las constantes de la obra de Freud aparecen ya patentes en este magnífico lienzo, todo un ejemplo de equilibrio entre el espíritu contemporáneo y el respeto por la tradición pictórica.

A lo largo de los años, además de pintar con modelos anónimos Freud retrató obsesivamente a las personas que eran importantes para él: su madre (cuyo primer retrato data de 1972, siendo el último un dibujo realizado junto al lecho de muerte en 1989), sus esposas, sus hijos y sus amigos.

Los retratos del pintor Francis Bacon, y muy especialmente el magistral desnudo protagonizado por el actor y showman Leigh Bowery, revelan la capacidad de Freud para retratar el alma de los seres humanos a través de un estilo y un punto de vista tan personales como únicos. 

El artista también pintó a personajes ilustres, como el Barón Heinrich Thyssen-Bornemisza o la Reina Isabel II de Inglaterra. Freud falleció en el año 2011, a los 88 años y en su domicilio de Londres. Como comentó entonces su marchante, William Acquabella, fue un artista que “vivía para pintar, y pintó hasta el día de su muerte”.

Hoy día la obra de Freud está repartida por museos y colecciones privadas en todo el mundo, y es objeto de constantes estudios y exposiciones. La opinión de la crítica es ya unánime: el arte de Lucian Freud es un ejemplo de la modernidad que perdura en el tiempo, basado en la mejor de las técnicas y en una profunda comunión entre vida y creación.

Texto: Marta Sánchez | WIKIPEDIA

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