Detrás de sus ojos tiene uno de los finales más locos de Netflix, y te lo explicamos todo: lo bueno, lo malo y lo peor.
El sorprendente final de la serie de Netflix ‘Detrás de sus ojos’.¿Sabes esa sensación al ver una historia de suspense donde parece que todo va en una dirección muy determinada y, de repente, la historia da un vuelco loquísimo que no te esperabas y acabas dudando entre si es una absoluta genialidad o una ida de olla?
Es algo que ya vivimos en Netflix con La perfección, una de esas películas que hay que ver para creer, y hemos vuelto a sentirlo (y fuerte) con Detrás de sus ojos, su nueva miniserie de misterio que está llamada a ser una obsesión colectiva donde no faltan giros de guión y decisiones muy cuestionables.
Basada en el libro de Sarah Pinborough, sigue la historia de una madre soltera, Louise (Simona Brown), que está cansada de que su vida se centre solamente en su jornada laboral como secretaria, los cuidados de su hijo pequeño y ver algún reality en la televisión.
La noche que se decide a salir con una amiga (por fin) y la deje tirada en el bar (ya es mala suerte), conoce por casualidad a David (Tom Bateman), con quien conecta al instante.
Pero hay un problema: a la mañana siguiente descubre no solo que es su nuevo jefe en la oficina, sino que además está casado. ¡Clásico de comedia romántica! Aun así, todo esto no es lo que parece.
Nada en esta historia lo es. Su esposa Adele (Eve Hewson) parece la perfección personificada con su belleza, su estilazo y su simpatía.
Pero hay en el pasado de la pareja que tendrá que irse desvelando, y en lo que Louise se irá viendo más y más atrapada.
¿Qué pasó en este matrimonio para que parezca que su relación no tiene solución?
¿Y qué esconden realmente esas recurrentes memorias de Adele con su amigo Rob (Robert Aramayo), al que conoció en su tiempo en un hospital psiquiátrico mientras se recuperaba del trauma de la muerte de sus padres en un incendio?
Entra con nosotros al loco, loco mundo (y un poco homofóbico, también) de Detrás de sus ojos.
El sorprendente final de la serie de Netflix ‘Detrás de sus ojos ¿Qué pasa al final?
Podemos decir que la serie de Netflix empieza a dar un vuelco con la revelación de que las proyecciones astrales son posibles.
Si has visto películas como Soul o Doctor Extraño o la última temporada de Las escalofriantes aventuras de Sabrina, quizás sepas de qué hablamos: se trata de proyectar tu alma fuera de tu cuerpo, una experiencia extracorporal en la que, en teoría, puedes convertirte en una nube invisible flotante y ver tu propio cuerpo (y otras cosas) desde fuera.
La serie nos revela en cierto momento que Adele es capaz de controlar este fenómeno, y que eso le ha servido para espiar a David y Louise mientras se desarrollaba su aventura amorosa extramatrimonial.
Además, descubrimos que la propia Louise también es sensible a esta práctica: aprendió a través de sus sueños tal y como le enseñó el diario de Rob, que le entregó Adele para ayudarla a controlar sus terrores nocturnos.
Así que, recapitulemos: Adele ha sabido desde el principio que Louise era una amenaza para su roto matrimonio. Ha estado espiándoles en cada estado de su relación y ha estado manipulando Louise para hacerle creer que David era una mala persona.
Y peor: que mató al ahora desaparecido Rob y lo metió en el pozo en la casa familiar de ella en Escocia.
Por eso, escribe una carta (?) a los investigadores del caso (?) para decirles, sin prueba ninguna adjunta, que el tipo es un asesino y que por favor revisen el caso y vayan a buscar el cadáver del pobre Rob.
Sin embargo, cuando une los cabos y se da cuenta de que Adele ha orquestado todo desde el principio, la protagonista queda con David, le pide disculpas y le avisa de lo que ha hecho, por lo que decide viajar a Escocia para aclarar las cosas con la policía.
No contactes con Adele, le dice. No le digas lo que está pasando, le dice. ¿Y qué hace Louise? Pues se lo suelta a la primera de cambio cuando la llama por teléfono. Y ahí es donde se desencadena otro de los giros de la historia.
Al enterarse de los planes de David, parece que a Adele le da un poco de apuro de conciencia y le deja caer a Louise que va a escribir una nota confesando la verdad
Que Rob sufrió una sobredosis, murió y ella lo tiró al pozo por miedo) y se va a suicidar quemando su casa.
Louise no puede permitirlo, porque es muy buena gente, y viaja hasta allí para caer directa en una trampa.
Incapaz de entrar en la casa y pensando que es la única forma de salvar a Adele, Louise utiliza la proyección astral sin saber que Adele también ha dejado su cuerpo y planea intercambiarlo con el suyo.
En efecto, el plan era ocupar el cuerpo de Louise para poder empezar de cero con David, su gran amor, pero en el cuerpo de otra mujer.
Así, el alma de Louise muere en el cuerpo de Adele ( le provocan una sobredosis) y el alma de Adele vive en el cuerpo de Louise
Lista para engañar a David, con quien se reúne como en una postal romántica de ensueño y con el que se casa poco después.
El sorprendente final de la serie de Netflix ‘Detrás de sus ojos’. Pero, ojo, que los giros no han acabado.
Queda una de las grandes preguntas: ¿Qué pasó realmente en la mansión escocesa y cómo murió Rob?
Agárrense:
Resulta que Rob, un drogadicto sin familia ni recursos, había construido su amistad con Adele para apropiarse de su privilegiada situación a través de la proyección astral.
Así, la noche que David se fue y les dejó solos, la animó a drogarse y compartir la experiencia de cambiar de cuerpo, para después provocarle una sobredosis y tirar su cuerpo al pozo.
En efecto, Adele está muerta y en su cuerpo, todo este tiempo, ha estado Rob. Y ahora su alma está en el cuerpo de Louise, dispuesto a ser feliz y comer perdices junto a David, del que está perdidamente enamorado.
En la última escena de la serie les vemos recién casados, viajando en coche junto a Adam (el hijo de Louise), que sabe que algo no va bien.
Se pueden hacer paralelismos con el final de Nosotros de Jordan Peele, con esa madre con la cara desencajada intentando ocultar que no es quien aparenta.
Un final escalofriante y rocambolesco que pone punto y final a un viaje de lo más sorprendente.
Tenemos que hablar de lo problemático
Vale, vale, después de toda la sorpresa que te llevaste, por favor tenéis que verlo para poder comentarlo.
Ahora tenemos que hablar de verdad de este final. De lo malo y de lo peor. Las implicaciones de la historia pueden leerse más allá de los toques de ciencia ficción, y entra en el terreno de los estereotipos homófobos.
Lo explicamos:
Rob se nos presenta en la serie mediante su muy íntima relación con Adele, pero confiesa en cierto momento que también le gustan los hombres, aunque nunca se pone ninguna etiqueta en cuanto a su orientación o identidad sexual.
Cuando conoce a David, no hay duda de que vive un flechazo y siente cierta conexión con él.
Incluso espiándoles mediante proyección astral mientras practican sexo (y la cámara centrándose en él, no en ella) y finalmente viviendo su fantasía junto a él robando el cuerpo de Adele.
Está claro que hay ciertos factores económicos y sociales que toman parte en la decisión, su deseo de ser amado, de ser feliz, de poder dejar atrás su pasado, de poder hacer borrón y cuenta nueva con una nueva y fresca vida, aunque eso signifique robar la de otra persona.
Sin embargo, es fácil leer sus acciones como el típico comportamiento del tropo del «gay depredador«.
El sorprendente final de la serie de Netflix ‘Detrás de sus ojos’, como explican en Digital Spy:
«Todo esto juega con la retórica homofóbica de que los hombres homosexuales son de alguna manera depredadores, una idea ofensiva que se fomenta aún más cuando miras hacia atrás en la serie y te das cuenta de que Adele ha sido Rob todo este tiempo.
Todo lo que la vimos hacer, cada medida que tomó para mantener a su esposo cerca, fue en realidad Rob tratando de hacer realidad su deseo de vivir un cuento de hadas con David».
Otros medios como Den of Geek («Las conclusiones a las que parece llegar sobre la sexualidad masculina gay, las identidades trans y la amenaza de la clase trabajadora para los ricos se antojan obsoletas»)
Slate o Vulture también han apuntado a estos estereotipos, que cobran importancia cuando nos damos cuenta de que el único personaje LGTBIQ+ de toda la historia es, también, el villano depredador e invasor de cuerpos.
Detrás de sus ojos no solo cae en estereotipos homófobos, sino también muchos otros.
Cuando pensamos que Adele es Adele, sus características son las de la mujer loca, inestable, histérica y con un historial de problemas mentales que vehicula a través de sus celos.
Desde luego, parece una narrativa muy caduca para una serie estrenada en 2021.
Por no hablar de la cuestión económica. En los tiempos del movimiento eat the rich, de Parásitos a Joker, se nos muestra a un hombre de clase trabajadora y contexto muy pobre como una figura parasitaria que está dispuesto a chupar la sangre de los inocentes ricos.
Obviamente, es solo una interpretación, aunque una serie pintada con brocha tan gorda no tiene pérdida.
El sorprendente final de la serie de Netflix ‘Detrás de sus ojos’. Por Mireia Mullor