Adlane Samet se define a sí mismo como un pintor de momentos instintivos. Su arte (pintura y dibujo) muestra afinidades con la figuración libre y los movimientos Art Brut.
Los estados de ánimo instintivos de Adlane Samet. Estructurado por un trazo incisivo, a veces sensible pero en otras ocasiones agresivo, Adlane pinta en acrílicos dejando espacio para la pureza del medio con su transparencia y variaciones de colores brillantes. Ha tomado prestado mucho de la composición y el gesto gráfico de los niños para desarrollar un nuevo lenguaje visual, que rompe con los códigos agotados del realismo académico.
Adlane Samet concibe su pintura como libre y espontánea donde el gesto está más allá del pensamiento. Con sentido de la poesía y el misterio, se ofrece a acompañarnos en su propio universo.
“Veo mi trabajo como una especie de neón, donde mi mente y el resto del mundo paralelo se combinan. Un mundo hecho de imaginación y sueños y también un mundo de mitos donde ángeles y demonios luchan por la serenidad de la vida. El alma de ese niño que trato de encontrar, un alma perdida sola en los escombros del caos. Pinto estados de ánimo.
A medida que avanza una pintura, se crea un diálogo entre el lienzo y yo. Un diálogo donde la pintura cuestiona sobre el mundo, un mundo enfermo que necesita ser curado. Esta enfermedad es contagiosa construida sobre hechos reales de nuestra sociedad actual.
La respuesta era imperativa, era brutal y espontánea con un gesto tembloroso dando un nuevo aliento agudo excedido al pensamiento critico.
Llamé a la puerta de mi conciencia, el aliento se lo había llevado todo dejando un vacío y solo una parte de mi inconsciente … -hay alguien? Eché un vistazo en mi cerebro y luego en mis sueños, no pude encontrar a nadie «.
Por Adlane Samet
