Una demanda histórica: Google tendrá que responder ante la justicia estadounidense por sus prácticas monopólicas; la empresa enfrenta la posibilidad de ser dividida
Estados Unidos demanda a Google por monopolio. Después de un año de investigación, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una demanda contra Alphabet, la compañía madre de Google. Se acusa a Google de prácticas monopólicas, bloqueando a sus competidores y explotando su puesto de «puerto de entrada» al Internet.
Particularmente se investigan casos en los que Google hizo tratos con empresas como Apple of Samsung para que sus productos aparecieran en los primeros lugares de los resultados.
Google paga a Apple cerca de diez mil millones de dólares anuales para hacer que su buscador sea el motor de búsqueda por default de sus productos. Presumiblemente, se ha forjado una alianza problemática entre los dos gigantes. También se le acusa de favorecer a sus propios productos y compañías en los mismos resultados
La demanda podría ser un evento histórico. Si procede y fructifica, Alphabet podría ser obligada a dividirse. Además, posiblemente se tomarían medidas como las que en su momento se implementaron en el sector de las telecomunicaciones (lo cual, por ejemplo, significó la ruptura de AT&T).
Estados Unidos demanda a Google por monopolio. Google tiene un dominio del mercado de búsquedas casi absoluto.
En Estados Unidos, cerca del 90% de todas las búsquedas de escritorio y casi el 95% de las consultas en teléfonos móviles se llevan a cabo en Google. En otros países los números no varían mucho.
Por otro lado, en ciertos ámbitos del gobierno estadounidense (y otros grupos de poder) existe una preocupación de que Google y otras compañías parecidas como Facebook, Apple y Amazon (que también están siendo investigadas) se han vuelto demasiado poderosas, pues son capaces de alterar políticas públicas a través de sus grupos de cabildeo, departamentos legales y donaciones.
Asimismo, suelen implementar compras estratégicas de todos sus competidores. A la par, como se ha mostrado en años recientes, los gigantes de Internet también tienen una cierta capacidad de influir en los comportamientos sociales o de tener los medios para que otros lo hagan, como ocurrió en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, por ejemplo, o durante las votaciones por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el Brexit, en ese mismo año.
En Estados Unidos la ley de oro del «mercado libre» es que las buenas prácticas son aquellas que favorecen la innovación. Se cree, como una regla no escrita, que la competencia es indispensable para crear nuevas cosas, mejorar las existentes y, a través de ello, mantener tanto la producción como el consumo en movimiento (además de otros mecanismos económicos).
En ese sentido, Google enfrenta algunas acusaciones importantes. Una investigación realizada por el Washington Post, por ejemplo, muestra que los resultados de Google en los últimos años son menos eficientes para cierto tipo de búsquedas. Ante la falta de competidores, Google no parece tener motivos para mejorar su producto.
Google no cobra por sus servicios, como monopolios previos, pero puede controlar los resultados de búsqueda, lo cual le da un enorme poder no sólo porque puede hacer que los pequeños negocios no puedan competir con aquellos que tienen poder adquisitivo, sino también puede manipular la percepción que se tiene sobre diferentes productos, eventos o personas.
Google se ha defendido en primeras declaraciones manifestando que su dominio del mercado se debe completamente a la predilección de los usuarios, ya que tienen completo acceso a otros buscadores. Esto refleja la calidad de su producto, el cual constantemente está siendo optimizado.
El caso podría durar varios años y quizá no logre cuajar del todo. Sin embargo, algunos analistas creen que estamos en el inicio de una confrontación entre Washington y Silicon Valley y podríamos ver demandas similares contra Amazon, Facebook, Apple y posiblemente otros gigantes de la tecnología.
Desmontar el excesivo poder e influencia que tienen estas compañías podría ser vital para el bienestar no sólo de la «innovación» y la economía de Estados Unidos, sino quizá incluso para la salud de todo el mundo.
Estados Unidos demanda a Google por monopolio. Por Pijamasurf