Reflexiones sobre el Covid-19 y sobre todo planteándome muchas de las cosas que dicen en la información oficial
¿Pandemia o plandemia?. Todo sobre lo que voy a hablar en este artículo está basado en mi opinión personal, mis conocimientos como bióloga y terapeuta, y en experiencias personales en este periodo que estamos viviendo.
Aunque muchas de las cosas que yo me planteaba y dudaba luego han sido resueltas en la reciente rueda de prensa de “Médicos por la Verdad” y otros médicos, pero sí quiero gritar, alto y claro, mis impresiones.
Por supuesto, no voy a negar que exista el virus y la enfermedad por él ocasionada, ni que hayan ocurrido muchísimas muertes en todo el mundo, y que otras muchas personas la hayan padecido con graves secuelas; pero sí que me planteo muchas de las cosas que dicen en la información oficial.
No voy a negar que exista el virus y la enfermedad por él ocasionada ni que hayan ocurrido muchísimas muertes en todo el mundo, pero sí que me planteo muchas de las cosas que dicen en la información oficial
Voy a empezar hablando un poco del “bicho”; desde luego no voy a negar que soy de las que piensan que es más producto de laboratorio que de la Naturaleza, y más sabiendo todo el avance en ingeniería genética que tenemos en el siglo XXI. Y después de conocer que la mayoría de los fallecidos eran personas que habían sido vacunadas de gripe ¡me da que pensar! Sí, pienso demasiado, quizás sería más simple creerme todo lo que dicen en la tele, acatar las prohibiciones y obligaciones que nos han impuesto con la boquita cerrada y esperar que las consecuencias de todos estos actos lleguen a nuestras vidas.
Por mucho que vivamos en un mundo globalizado ¡¡cómo ha corrido el bicho para llegar a todos los rincones del planeta en unos pocos meses!! Y le da lo mismo frío que calor. Y aunque ha atacado más a personas mayores, algo que es lógico, sobre todo en los que viven en residencias y ya tienen muchas más patologías, también ha atacado y matado a gente joven.
Respecto a esta rueda de prensa de Médicos por la verdad, hoy me entero que ha sido censurada en Youtube ¡¡¡pero si son médicos!!! ¿qué pasa? ¿No les gusta a las grandes élites las verdades que están diciendo? ¿Les puede poner en una situación comprometida y que se descubra toda la verdad?
Si me remonto al momento del confinamiento, lo entendí a medias. ¿Por qué a medias? Porque en ese momento solo se pensó en frenar el rápido crecimiento de personas infectadas, que lo puedo entender por el colapso que sufría la Sanidad, pero no se pensó en las consecuencias de tal confinamiento, en especial para niños y personas mayores, que bajo mi punto de vista son los más vulnerables en situaciones así.
Los niños, aunque son pequeños y pueda parecer que se adaptan a todo, se han visto privados de muchas cosas que son necesarias para su sano desarrollo y las secuelas solo se verán más adelante; además muchos han sufrido hambre, malos tratos, etc…
Y las personas mayores, porque más que nunca necesitan estímulos que no les dejen aislados, a riesgo de sumirse en depresiones, pérdidas de memoria, inmovilidad, obesidad, que terminan desencadenando otras enfermedades como consecuencia del confinamiento.
Otro tema que me rayaba mucho a los inicios de esta pandemia fue que, sin hacer autopsias, en los informes de defunción pusiesen “muerto por coronavirus”, cuando no era seguro. De hecho, hablando con una amiga me comentaba de 2 ó 3 casos que sabía habían muertos por otras causas y en el informe habían puesto que había sido el susodicho “bichito”. Esto me hace pensar que no son reales las cantidades de muertos por Covid-19 que nos están dando. Y no es lo mismo morir “por” el Covid-19 que morir “con” él, es decir, hay personas que han podido morir por la enfermedad desarrollada por el Covid-19 o simplemente han podido dar positivo a la prueba, pero sin padecerla y morir de un infarto, cáncer, etc…
Y, si hay un virus nuevo, si la gente muere y no se hacen autopsias ¿cómo van a saber los médicos cómo está actuando y el tratamiento más adecuado? Afortunadamente, en Italia hubo unos médicos valientes que lo hicieron y así pudieron ver cual era el mejor tratamiento. Pero hasta entonces mucha de la gente que murió al principio pudo ser por no haber recibido el tratamiento adecuado, porque los médicos han tenido que estar dando palos de ciego con sus pacientes.
Y, si hay un virus nuevo, si la gente muere y no se hacen autopsias ¿cómo van a saber los médicos cómo está actuando y el tratamiento más adecuado?
Luego está el tema de la prueba para detectar si has estado en contacto o no, que no sabía bien por qué, pero dudaba de su eficacia; pero escuchando a la Dra. Mª José Martínez Albarracín que explica en qué se basan y cómo se realizan, ya me terminé de convencer que no son fiables, que puede haber muchos falsos positivos.
Además, el hecho de dar positivo no quiere decir que puedas transmitirlo o que vayas a desarrollar la enfermedad, puesto qué si tu sistema inmunológico funciona correctamente, puedes eliminar al bicho sin problemas como lo hacemos a diario con los millones de microorganismos que tenemos a nuestro alrededor e incluso conviviendo con nosotros.
Durante el confinamiento insistí mucho en que lo más importante es prevenir y conservar tu salud, con una buena alimentación, ejercicio, cuidado mental y emocional, pero de eso no decían nada en la televisión y siguen sin decir nada, sólo que te laves las manos y lleves mascarilla.
Desde que ha empezado toda esta pandemia estoy segura que absolutamente a todos nos han bajado las defensas, primero por el confinamiento, por el miedo que nos han tatuado en la piel, porque la gente no se siente libre de abrazar o visitar a un amigo o familiar y porque ahora te obligan a ir con mascarilla a todos lados.
Afortunadamente ves algún vídeo de médicos valientes que dicen estas cosas, como el Dr. Karmelo Bizkarran. https://www.youtube.com/embed/tTWbY9DuqRY?feature=oembed
Con respecto a la obligatoriedad de usar la mascarilla en la calle en toda España, tal y como explican los Médicos por la verdad, su uso no ha sido obligado en ningún momento por la OMS, y es porque atenta contra nuestro suministro más básico para vivir: ¡¡el oxígeno!!
Si se les ocurriese medir la saturación de oxígeno a una persona que lleva horas con la mascarilla, estoy segura de que la tendría por debajo de los límites normales. Recuerdo que mi abuela no sabía respirar, no oxigenaba bien su cuerpo y eso acabó afectando mucho su salud hasta que su corazón no lo resistió. Y si no, saber que estás respirando tu propio CO2 que produce la acidificación de nuestra sangre, lo que hace que seamos más propensos a coger cualquier enfermedad, incluido el desarrollo de células cancerígenas.
Si se les ocurriese medir la saturación de oxígeno a una persona que lleva horas con la mascarilla, estoy segura de que la tendría por debajo de los límites admisibles.
Otra cosa que me “ralla” mucho es el tema de los tratamientos. Como terapeuta natural sé de tratamientos naturales que se podrían haber combinado con la medicina convencional o incluso otros fármacos como la hidroxicloroquina o productos como el CDS (dióxido de cloro) tan polémico y prohibido en España, pero que lo han utilizado con éxito en otros países ayudando a pacientes con coronavirus a recuperarse en unos pocos días, pero estas noticias no salen en la tele y no interesan a las grandes farmacéuticas, que están deseando sacar la vacuna que se supone que será la panacea y que yo personalmente no me fío ni un poquito de ella y no tengo intenciones de ponerme.
¿Pandemia o plandemia?. Sigo pensando que hay otros medios de prevención que no sean la vacunación masiva de la población
Sigo pensando que hay otros medios de prevención que no sean vacunación masiva de la población. Y es que sí, yo soy “conspiranoica” y estoy convencida que, al igual que las guerras las crean las altas élites, esto es una guerra biológica creada por los mismos de las guerras bélicas, los que quieren tener a la población dominada.
Algunos pensaréis que habló así porque no me ha tocado esta enfermedad, pero puedo decir que he vivido el fallecimiento de varios padres de amigos y conocidos, así como el padecimiento de la enfermedad en mayor o menor medida.
En concreto he vivido muy de cerca lo que ha sufrido un gran amigo, ingresado durante 3 meses, de los cuales más de 40 días fueron en UCI sedado e inmovilizado boca abajo.
Durante esos 3 meses tenía comunicación a diario con su mujer para saber su evolución y todavía sigo pendiente de su recuperación. Pero no hay que olvidar que también hay otras muchas enfermedades que causan estragos a diario y parece como si esas no existiesen ahora, pero sigue habiendo cáncer, ELA, ictus, infartos e incluso un aumento de suicidios, pero parece que estos muertos, que en algunas enfermedades superan con creces a los muertes por coronavirus, ahora no cuentan tanto o por lo menos es la sensación que me da a mí, ni tampoco las secuelas que producen cuando logras superarlos. En estos momentos ¡¡todo gira alrededor del Covid-19!!
Esta semana también me vino a la cabeza que, en septiembre, mis hijos tienen que volver al instituto, ¡si no nos han confinado de nuevo!, y se supone que tendrán que estar del orden de 30 adolescentes en una clase ¡¡¡con mascarilla!!!
Yo no lo veo: no estoy dispuesta que mis hijos se pasen 5-6 horas con una mascarilla puesta, sin oxigenar bien su cuerpo ¡un desastre para su salud y su cuerpo en pleno desarrollo!
Para acabar, decir que, más que hablar de pandemia, hablaría de “plandemia», ya que esto parece más un complot para que enfermemos todos que para prevenir realmente nuestra salud, además de conseguir el enfrentamiento entre unos y otros, porque los que estamos de este lado ya se nos trata como psicópatas y narcisistas ¡muy fuerte me parece esto!
Creo que soy una persona coherente, muy analítica de todo, quizás por mi parte investigadora que le busca a todo un porqué, y las respuestas y medidas que dan no las encuentro convincentes, ni para mi salud ni para la de los demás.
Más que hablar de pandemia, hablaría de “plandemia», ya que esto parece más un complot para que enfermemos todos que para prevenir realmente nuestra salud
Por Leonardo Lee