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Enfermedad, amor y muerte en la obra de Keith Haring

Siluetas tachadas, perros gigantes o platillos voladores. Conoce el significado del lenguaje pictórico que desarrolló Keith Haring

Enfermedad, amor y muerte en la obra de Keith Haring. A lo largo de su producción artística, se interesó en construir un lenguaje pictórico universal, lejos de cualquier pretensión y fácilmente reconocible por cualquier persona. La popularidad de su iconografía ha sido utilizada en colecciones de moda, objetos y, pero ¿cuáles fueron los mensajes que creó a través de sus símbolos?

Enfermedades, marginación y estigmas sociales

El binomio entre salud y enfermedad es un tema que atraviesa completamente la obra de Keith Haring, especialmente a partir de 1988, cuando es diagnosticado con VIH, una enfermedad entonces desconocida y mortal que cobró su vida apenas dos años después. 

Al final de su carrera, Haring pintó figuras punteadas que representaban individuos marginados como minorías, homosexuales o personas que habían contraído el virus.

También siluetas marcadas con una equis en su interior a manera de blanco o agujereados, a menudo con las manos levantadas: se trata del Haring más político que visibilizó las víctimas de conflictos sociales como los estragos de la Guerra de Vietnam, la crisis del VIH y la discriminación hacia la diversidad sexual.

La sociedad: multitudes, monstruos y abrazos

El sujeto en el que recae la experiencia de la obra de Haring. Las multitudes están presentes en la mayoría de las intervenciones del artista; no obstante, su carácter es variable y puede resultar positivo o perjudicial: un grupo de personas formando un frente que denuncia críticamente y se levanta contra la opresión o bien, una multitud sorda y carente de sentido, una masa excluyente y despreocupada por lo que sucede a su alrededor. 

El monstruo de tres ojos y una sonrisa deja de manifiesto los miedos, lo infernal y la avaricia, Las cruces latinas constituyen una crítica a la Iglesia y sus dogmas, mientras otras criaturas aladas reconocibles como ángeles o demonios aparecen espontáneamente en su iconografía.

El abrazo es un elemento que sintetiza el statement de Haring: dos individuos se encuentran frente a frente. No es posible conocer su identidad; el sexo, género, color de piel no han sido revelados y resultan intrascendentes, ante el halo que se forma a su alrededor. El bebé radiante que parece ponerse de pie puede ser entendido como un símbolo del futuro, la inocencia y la bondad.

Los perros

Un elemento fácilmente identificable en el lenguaje visual de Haring aparece en distintos tamaños y actitudes: un perro enorme que aplasta a otras figuras es una crítica a la censura, los sistemas autoritarios y el abuso de poder; en cambio, perros en cuatro patas, realizando acciones humanas o en movimiento alcanzan un nivel trascendental y están ligados con temas como la vida y la muerte.

Este ícono está inspirado en los jeroglíficos del Antiguo Egipto que representan a Anubis, la deidad egipcia mitad chacal y mitad humano.

Enfermedad, amor y muerte en la obra de Keith Haring. La tecnología: alienación y otredad

Después de vivir la revolución del microchip, Keith Haring tenía una visión pesimista sobre el uso masivo de la tecnología, pues consideraba que estos desarrollos tenían el potencial para someter a la humanidad. Computadoras, aparatos de radio y televisiones aparecen como objetos de adoración. 

Al margen de los aparatos tecnológicos, en su obra son constantes los platillos voladores haciendo abducciones y son un símbolo de lo otro, lo distinto de forma positiva. También representan a los excluidos y el empoderamiento de las minorías.


Enfermedad, amor y muerte en la obra de Keith Haring. Por Rose Sioux

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