¿Por qué un movimiento de liberación global es la última oportunidad de nuestra civilización?
‘Poesía del futuro’ de Sre?ko Horvat. El filósofo croata es discípulo de Slavoj Zizek, pensador de referencia de la izquierda europea. Acaba de lanzar ‘Poesía del futuro’ (Paidós, 2019) y la crisis del coronavirus le ha cogido escribiendo un ensayo sobre… el apocalipsis.
La crisis también está subrayando dilemas morales como el de la responsabilidad personal. ¿En quién hay que delegar las exigencias de prevención y seguridad: en el Estado o en nosotros mismos? «En los dos», responde el activista.
«Tenemos que poner la responsabilidad moral tanto en el Estado como en nosotros mismos. Cada uno de nosotros es dueño de sus propias decisiones, pero no debemos olvidar el importante papel que juega el Estado en la sociedad. Por hacer una metáfora con una práctica tan necesaria estos días: la mano invisible del mercado también ha de ser lavada».
Articular históricamente lo que ha pasado no significa conocerlo «tal y como ha sido de verdad». Significa apoderarse de un recuerdo tal y como relumbra en un instante de peligro. Walter Benjamin
Ahora que el revisionismo histórico (el proceso merced al cual se reescribe la historia y se hace del fascismo un discurso legítimo) y el presentismo (la avalancha de noticias instantáneas y de fake news, y el mundo de las redes sociales) se están apropiando de todos los recuerdos, tenemos que recordarnos a nosotros mismos lo que decía Benjamin: El único historiador capaz de hacer prender en el pasado las chispas de la esperanza es aquel que está convencido de lo siguiente: que, si el enemigo vence, no estarán a salvo ni los muertos.
«Dudo si tendremos las mismas libertades después del virus»
El pasado se olvida y en el futuro no hay esperanza. La distopía se ha convertido en una realidad. Esta es la nueva normalidad en nuestra política apocalíptica pero, si la aceptamos, nuestra impotencia está garantizada. Para lograr un cambio real, argumenta el activista y filósofo político Sre?ko Horvat, primero debemos transformar nuestra mentalidad.
A lo largo del tiempo y el espacio, desde los movimientos de liberación de la Yugoslavia ocupada por los nazis hasta la cultura contemporánea, los campos de refugiados y los frentes políticos de la Europa del siglo xxi, Horvat muestra que los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día son de una naturaleza sin precedentes.
Para resolverlos, argumenta en esta apasionada llamada por un nuevo internacionalismo radical, debemos ir más allá de las formas de pensar existentes: más allá de las fronteras, las identidades nacionales y las narrativas redundantes del pasado.
Solo de esta manera podemos crear nuevos modelos para vivir y, juntos, dar forma a un futuro más abierto y optimista.
“La mayoría de la gente no es consciente de lo inmersa que está en distintos tipos de tecnologías y de cómo eso modula su existencia”, sintetiza Horvat.
“Hablo de servidumbre porque estamos en una situación en la que ya ni siquiera sabemos que no somos libres”.
El mismo Internet, dice el filósofo, fue un espacio de libertad solo en sus orígenes.
“Eso es algo que las generaciones más jóvenes que la mía no han conocido. Para ellas, Internet es Google, Facebook o Instagram. Acceden a la Red a través de esas grandes multinacionales, cuyo objetivo es, por supuesto, acumular ganancias y para ello amasan datos personales de la gente”.
La crisis del coronavirus aporta más ejemplos de esa servidumbre maquínica. “En China, cuando alguien va por la calle está vigilado por cámaras con reconocimiento facial y ahora también por sensores térmicos.
Puede que al ir al supermercado no te dejen entrar porque estés a 37 grados. Este es otro caso de servidumbre maquínica: al final tus actos dependen de una tecnología opaca, que pertenece a empresas privadas”.
Solo puede quedar una
La tecnología en sí no es buena ni mala, pero mientras permanezca en pocas manos, avisa, el peligro será mayor. De ahí su preocupación por el creciente poder de las grandes corporaciones tecnológicas.
En su opinión, la situación cada vez se asemeja más a la descrita por El Círculo, la novela de Dave Eggers llevada al cine hace pocos años con escaso éxito.
En esta distopía publicada en 2013, una sola compañía (el Círculo) se convierte en la más influyente del mundo tras comprar las principales tecnológicas (Google, Facebook, Twitter), pasando así a controlar las opiniones de toda la humanidad.
“En todas las formas de capitalismo acaba pasando lo mismo: se tiende al monopolio. Lo hemos visto muchas veces a lo largo de la historia. No me parece inverosímil que suceda lo mismo en Silicon Valley”.
El Círculo crea una identidad única con una sola contraseña para toda la actividad digital de los usuarios. Luego ofrece cámaras diminutas que se pueden colocar en cualquier lado y cuyas imágenes se comparten con todo el mundo.
El fin de la privacidad se vende como un acto de transparencia. “Lo que muestra la novela es lo fácilmente que la gente puede adoptar nuevas medidas tecnológicas que moldeen su vida y cómo, en vez de resistirse, amarían esas nuevas medidas de dominación si se les ofrece de la forma adecuada”, reflexiona Horvat.
Eso, dice, es lo que está pasando ya en cierto modo en los países asiáticos, donde la ciudadanía tiende a abrazar tecnologías que en Europa nos parecen invasivas. La clave, sostiene el pensador, es alejarse todo lo posible de la génesis del Círculo, de la gestación de monopolios.
“Necesitamos tecnología descentralizada, lo contrario nos hace perder capacidad de maniobra y nos lleva a una sociedad de la vigilancia”. ¿Lo conseguiremos? “Quiero pensar que sí”.
‘Poesía del futuro’ de Sre?ko Horvat. Un poco más sobre el autor:
Nacido en 1983 en la antigua Yugoslavia, Sre?ko Horvat es un filósofo europeo sin una dirección estable. Viaja por los continentes dando conferencias, visitando campamentos de refugiados y protestas, defendiendo la democracia radical como uno de los fundadores y figuras del Movimiento Democracia en Europa 2025 (DiEM25).
Es autor de numerosos libros, incluidos: The Radicality of Love, What Does Europe Want (en coautoría con Slavoj Žižek) y Subversion.
Sre?ko Horvat, discípulo del irreverente Slavoj Žižek y uno de los filósofos más potentes de la actualidad, hace un llamamiento a la acción para impedir que el fascismo controle nuestro futuro; una nota de entusiasmo y optimismo para las nuevas generaciones.
‘Poesía del futuro’ de Sre?ko Horvat. Por John Headhunter.