Una nueva historia de horror. Hace tiempo, en 2018, leí la historia más espeluznante de Chuck Palahniuk.
Los monstruos invisibles de la creatividad. Está en la bancarrota. Está casi quebrado. No supo manejar bien su negocio. Confió en alguien y este alguien le robó mucho dinero. Sus creaciones dieron dinero, mucho dinero. Pero nada de ese dinero llegó a sus bolsillos. Él es el autor, pero alguien más se benefició de sus ideas. Dinero que le pertenece por que él creó muchas historias. Dinero que no alcanzó a disfrutar. Estuvo a punto de perderlo todo.
Chuck es un escritor. De talla mundial. Chuck es un creador. Vive de las invenciones de su mente. Para crear tanto como él lo ha hecho hay que dedicarse a eso. Cada vez que un diseñador o un artista se dedica a sus finanzas, su contabilidad deja de crear. Es más fácil depositar ese trabajo a personas de confianza.
EL RIESGO DE SER CREATIVO
Mientras más es reconocido tu trabajo, más trabajo tienes. Mientras más ganas, puede darse el caso que pierdas dinero. Los creativos no siempre protegen sus creaciones. Para eso está la propiedad intelectual. Los creativos no siempre llevan bien su contabilidad. Hay creativos que ganan premios internacionales, hacen que marcas ganen millones y no tienen para el taxi.
Son historias de horror del mundo de la creatividad. No saber cómo ganar dinero con la mina de oro que tienen en sus cabezas. Es un mundo en el que se crece muy rápido. Algunos nunca ven el dinero. Para otros es algo momentáneo. La verdad es que en Ecuador la explotación y manejo de los derechos de autor siguen siendo un tema nuevo. Pocos son los casos de éxitos, pocas las referencias.
Pero el dinero generado por la creatividad se denomina economía naranja. Tiene su propio color. Es un músculo económico de muchos países. Está empezando. Pronto habrán más agencias de manejo de derechos de autor y propiedad intelectual, como Crealegis. Hoy se cree en el emprendimiento, cada vez hay más marcas locales.
Chuck escribió el libro Invisible Monsters. Lo sé por que yo lo leí. Ahí dice que la persona que amas y la persona que te ama nunca son la misma persona. Chuck ama crear. Pero el manejo de las regalías de sus creaciones no lo amaba. La misma personas a la que él confió sus finanzas es la misma persona que lo defraudó. De horror. Hay que tener un manejo consciente. Hay que saber cuanto generan tus ideas. Así no manejes tu economía, debes entender como se hace. Estoy seguro que Chuck sobrevivirá de ésta.
Los monstruos invisibles de la creatividad. ‘Snuff’, un libro de Chuck Palahniuk. Desde el corazón de la industria del porno. Una novela hilarante, provocativa y deslenguada del autor de El club de la lucha.
Una reina del porno.
Un récord mundial para la posteridad.
Una película indispensable para cualquier coleccionista de porno que se precie.
Cassie Wright, legendaria reina del porno en decadencia, decide culminar su carrera batiendo el récord mundial de polvos consecutivos con hombres distintos.
Seiscientos, ni más ni menos. En una habitación repleta y ruidosa, los señores 72, 137 y 600 aguardan su turno para hacer historia.
Cada uno de ellos espera que el breve encuentro con Cassie cambie sus vidas para siempre, pero, como en todas las novelas de Chuck Palahniuk, nada sale como esperaban.
La crítica ha dicho…
«Chuck y el porno, el porno y Chuck. Inseparables como una mano y un puño americano, como las polillas y la luz: una combinación fatalista y perfecta.»
The Washington Post
«Palahniuk escribe novelas como anfetaminas. Te las tragas y experimentas un subidón extraño y delirante. Cuando llegas a la última página, te baja, y te preguntas a quién demonios has estado abrazando.»
Johann Hari, The Independent
«Al abrir una novela de Palahniuk, el lector puede estar seguro de una cosa: en algún momento le repugnará, y le divertirá. En manos de Palahniuk, las dos reacciones son apropiadas.»
Rocky Mountains News
«Claro y efectivo […] Snuff no va únicamente acerca de la completa falta de atractivo de la industria del porno. También anima a pensar que cualquier cultura que produce una industria tan poco sugerente tiene que estar inmersa en copulaciones mecánicas y sin sentido.»
Minneapolis Star Tribune
Los monstruos invisibles de la creatividad. Por nuno
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