Es un resto bar decorado muy al estilo vintage y con una terraza encantadora en el pueblo de Binissalem
Es Pdal: un resto bar de lo más auténtico a tener en cuenta. El pueblo destaca por sus edificaciones hechas con piedra y por su tradición en la elaboración de vinos. La localidad dispone de dos vías principales donde se concentran la mayoría de negocios, bares y restaurantes.
Es un espacio íntimo con iluminación tenue, donde te lo puedes pasar bien a cualquier hora del día. Ofrece almuerzos, meriendas, muy buenas picadas y cenas informales y todo regado de buen vino de la tierra de la DO Binissalem, principalmente, pero si lo deseas o de una buena cerveza artesana que también las hay.
Tiene la impronta de sus dueños, esa calidez siempre está presente y ya sabemos que es un plus que el cliente sabe valorar.
Es Pdal: un resto bar de lo más auténtico a tener en cuenta. Sencillez, pero con toques llamativos y que rompan con la monotonía
En Binissalem encontramos numerosos edificios del siglo XVIII y principios del XIX siendo éstos reflejo de una época de prosperidad económica. Su entorno rural es de gran valor paisajístico donde predominan los campos de almendros, algarrobos y viñedos.
El éxito de un restaurante va más allá de la comida. De hecho, el menú, la carta y la experiencia gastronómica que se ofrece a los comensales es importante, pero no es lo único.
En Es Pdal prestan cuidado a los pequeños detalles agregando valor al espacio y la experiencia. Mediante una llamativa y correcta decoración, están brindando una experiencia única. El tiempo se detiene por un momento al entrar en Es P’dal
Te recomendamos: La pizza ONG, solidaria con mermelada de tomate picante, calabaza, “varia”, cebolleta, piñones y mejorana o la hamburguesa de pollo campero, aros de cebolla crujiente con salsa masala y lechuga. También disponen de hamburguesa vegetariana de remolacha y garbanzos, pipas, lechuga y acompañada de patatas.
Es Pdal: un resto bar de lo más auténtico a tener en cuenta. Por Bernd Eldelbar