Las solitarias figuras femeninas de la fotógrafa italiana Monia Merlo parecen bellos objetos desechados: frágiles, enigmáticos, melancólicos y llenos de huecos por donde escapa la luz.
Espejos y enigmas: el trabajo de esta autora parece coagularse en torno a estos dos polos. Las mujeres retratadas son imágenes proyectadas de la propia autora y a su vez transmiten al espectador el misterio que la envuelve.
Monia insinúa pero no cuenta. Proyecta la historia en un espejo interior que hay que saber mirar para descifrar. Misteriosas escenas pictóricas y una cuidada ambientación sirven a la fotógrafa italiana para intensificar la densa soledad de las protagonistas.
Una sensación de abandono parece flotar sobre estas mujeres que se doblan sobre sí mismas, melancólicas y distantes. La ausencia de objetos superfluos en la ambientación amplifica la atmósfera de pureza. Sólo la esencia tiene voz no hay ruidos superfluos. Espacios abandonados, paredes desconchadas, objetos casuales llenos de simbología. Ni lujos, ni escondites para la mujer que está ante si misma.
Monia explora el concepto de identidad y se lo cuestiona. En su reflexión creativa contrapone vida y muerte, mente y corazón, fragilidad y fortaleza; la esencia de lo femenino allá donde el renacer de la naturaleza va dando forma al tiempo. La catarsis es bienvenida porque se entiende en su verdadera y renovadora dimensión. Texto Nuria Cabó
ENG: Monia Merlo is an Italian photographer whose fine-art portraits of women wordlessly explore emotion. Through specific location choices and the use of natural lighting, she recreates the dreamy atmosphere of pre-Raphaelite paintings. The selection featured here recalls John Everett Millais’ “Ophelia”; women float in ponds, their bodies mingling with vegetation and dark waters to create ecosystems of sorrow. By hiding the face, Merlo reveals how the soul erupts through the landscape of the body.