Maria Solivellas es una cocinera volcada con el producto y el recetario local siendo los principales protagonistas en Ca Na Toneta
Paisaje y producto mallorquín en Ca Na Toneta. Maria Solivellas forma parte de ese gremio de cocineras recolectores que encuentran en la naturaleza los ingredientes necesarios para llenar su despensa durante cada temporada.
Se presentan con una carta diseñada para compartir, siempre apostando por la sostenibilidad con su huerto ecológico dónde cultivan desde hortalizas, verduras, hierbas aromáticas hasta flores comestibles.
Su huerta no sólo sirve para proveerse, sino también para concienciar a los comensales de la importancia que tienen los productores locales. El paisaje y el producto mallorquín siguen siendo los principales protagonistas.
Recetas naturales alimentadas de productos de proximidad en las que no falta la creatividad de su artífice como el tomate rosado de s’Hortolà con atún marinado, aceitunas, pepino y garbanzos tiernos.
La sabrosa berenjena de cordero mallorquín asado con salsa de pera y romero, los tallarines de calabacín con mozzarella de vaca mallorquina, anchoas, piñones, albahaca y tomates secos o los mejillones de roca de Mahón con cítricos e hinojo.
En la nueva carta tampoco faltan las cocas, el tumbet y el trempò; y dos postres para compartir: el sorbete de fresa, gató de almendra y menta y la tabla de quesos mallorquines.
Este restaurante es verdaderamente interesante, muy romántico y su oferta de vinos es deliciosa.
Además disponen de un “wine’s corner” dedicado a la venta de vinos naturales procedentes de la isla, asesorado por la sumiller Evelyn de las Alas, y han ampliado espacio de terraza utilizando el jardín de la casa contigua a Ca Na Toneta.
Paisaje y producto mallorquín en Ca Na Toneta. Por Rose Sioux