La regla crítica: Narkos. Queridos Cojones Magos: creo firmemente en el verdor del helecho y en el hecho de que he sido bueno este año que para mí termina en junio, sin cita previa y de manera súbita. No he visto desdoblarse la línea continua del horizonte ni enderezarse el tronco de cada árbol irregular que alimentaba mis deseos.
Mis leucocitos fueron ejecutores de respuestas inmediatas e inmunitarias que me defendieron contra sustancias indígenas y antígenas. Caminé sobre hojas mojadas por culpa de mis lágrimas secas, pisando el tiempo. No me detuve en calendarios ni removí descafeinados con minuteros traicioneros.
No resolví dudas con el miedo que provoca la reverberación de los pensamientos. Me crucifiqué anteojeras para no espantarme con las boñigas de los lados y costados. Hubo días que me vendé los ojos con satén negro para evitar mareos, para no sufrir de vértigo y para no desobedecerme.
Nadé a braza entre nubes separando nieblas y volé con las olas en medio de pompas y espumas fúnebres. La verdad es que he sido bueno, no arrojé plasticos al mar, no ladré balidos, no me cagué en las aceras ni oriné en las farolas nocturnas, no aprobé las palabras paralelas ni me fagocité entre sus ascos, no me duché con soja, no me sequé la cara con la toalla del bidé y no me escondí en las profundidades mediáticas de la libertad de expresión.
Es verdad que algunas veces me limpié la boca con un peine mientras desenredaba el cabello con un cepillo de dientes, pero lo hice para evitar la rutina e implicar el razonamiento sin necesidad de joder a nadie. Por eso, Queridos Cojones Magos, me gustaría pediros unos Juegos Reunidos Geyper para poder estar todos unidos, un Telefunken que no me adoctrine, un Cine Exin que me permita soñar, un no que sea no y un sí que sea sí, unas tabas o huesos de cabra, un conector de 312 preguntas y respuestas para jugar con los políticos, un rollo de papel higiénico elefante para inmacular el hocico de los lameculos, un madelman que lo puede todo, Varon Dandy para papá, Chanel No.5 para mamá y una mierda pinchada en un palo para los hijos de puta.
También quiero los grandes éxitos de Siniestro Total, una peonza para girar con ella alrededor del planeta, menos impuestos, bombones y una caja de condones sin estrenar ¡Ah! Y Magia Borrás para sacar un conejo de la chistera y para hacer desaparecer a los canallas, truhanes, malévolos, bandidos y narcos. Gracias.
Narkos. La regla crítica: Texto & imagen por Carlos Penas
La regla crítica es un diálogo transversal entre las artes y miradas asombradas, inquietantes e incluso irrespetuosas, conocedoras del poder de la imaginación en la creación de identidades.