El polifacético coreógrafo, intérprete y artista búlgaro Ivo Dimshev llega a Mallorca con esa mezcla andrógina entre el glam y el cabaret, marcado por una técnica llena de virtuosismo y fisicidad.
Ivo Dimchev: «Transgresión y belleza en escena». El 7 de julio, el alma inquieta de la creación contemporánea se dará cita en Mallorca de la mano de Ivo Dimchev, el polifacético coreógrafo, intérprete y artista búlgaro cuya trayectoria ha dejado una estela de asombro e intensidad en los escenarios más exigentes del mundo.
En el escenario de Me by Meliá, Dimchev presentará Sculptures, un álbum tan íntimo como radical, compuesto por canciones de amor escritas a lo largo de la última década. No se trata, sin embargo, de un mero recital: en las manos de Dimchev, toda experiencia artística es una ceremonia de transgresión y lirismo, de belleza descarnada y desbordamiento sensorial.
Una voz que talla emociones
Desde su debut en Cincinnati en 2017 con este álbum, el viaje sonoro de Sculptures se ha convertido en una suerte de rito performativo, donde la voz del artista —extraordinaria en su plasticidad y poder expresivo— se convierte en materia escultórica. Cada nota parece tallada en la carne viva de la emoción.
Su registro vocal, que puede ir desde lo etéreo hasta lo gutural, es capaz de convocar el deseo, el dolor, la ironía y la ternura con una facilidad desarmante. A través de estas canciones, Dimchev no canta tanto al amor como a sus fracturas, sus deformaciones y su luminoso patetismo.
Pero reducir su trabajo a la música sería injusto. Dimchev es, ante todo, un alquimista de los lenguajes artísticos, alguien que pulveriza las fronteras entre disciplinas para componer obras híbridas donde la danza, el teatro físico, la performance, el dibujo y la fotografía se amalgaman con una audacia pocas veces vista.

Su cuerpo, su voz, sus gestos y hasta sus silencios están cargados de una energía tan magnética como perturbadora. En cada presentación, Dimchev se convierte en su propia instalación viviente, un artista total que invoca y destruye símbolos en un mismo movimiento.
Ivo Dimchev: «Transgresión y belleza en escena». Trayectoria de una figura irrepetible
No es casual que se lo reconozca como una de las figuras más provocadoras del arte escénico europeo. Su obra, siempre cargada de una sensualidad inquietante y una ironía voraz, ha generado reacciones polarizadas: fascinación absoluta o perplejidad radical, rara vez indiferencia.
Sus más de 30 creaciones han sido presentadas en escenarios y festivales de renombre en Europa y América, y su labor pedagógica en instituciones como el Royal Dance Conservatory de Bélgica, la Universidad de Giessen o la Academia Nacional de Teatro de Budapest da cuenta de una influencia profunda en la formación de nuevas generaciones de artistas.
Fundador de la Fundación Humarts en Bulgaria y creador del espacio independiente MOZEI en Sofía, Dimchev no solo es intérprete y creador, sino también un gestor cultural incansable. Su compromiso con el arte contemporáneo búlgaro, así como la organización de un campeonato anual de coreografía, demuestran una voluntad férrea de sostener y expandir los márgenes de la creación en contextos muchas veces ajenos a las dinámicas del arte globalizado.
La residencia que mantuvo en el prestigioso Kaaitheater de Bruselas entre 2013 y 2016 consolidó su posición como una figura clave del arte performativo actual, dotándolo de una plataforma desde la cual seguir ensayando nuevas formas de presencia escénica. En Sculptures, esa trayectoria cristaliza en una propuesta que, si bien íntima en su contenido, mantiene intacta la carga escénica que lo caracteriza.
La presentación de Dimchev en Mallorca no es solo una fecha en el calendario cultural; es una invitación a presenciar cómo el arte puede romper con lo predecible para conmover desde lo visceral.
Sculptures no es un álbum para escuchar pasivamente, sino una experiencia sensorial que interpela, incomoda y, sobre todo, transforma. Ante la figura casi chamánica de Ivo Dimchev, el espectador no asiste simplemente a un concierto, sino a una epifanía estética donde el amor, el cuerpo y la voz son esculpidos en tiempo real. Un lujo poco frecuente que Mallorca está a punto de vivir
Ivo Dimchev: «Transgresión y belleza en escena». Por Rose Sioux.