Venus: Diosa del amor, la belleza y la feminidad en la mitología Romana. En la cultura finisecular de la Modernidad con el término ‘Venus’ se alude a las representaciones de desnudos femeninos, aún cuando no hubiese indicios de que se tratase de la diosa.
Deconstrucción: Concepto filosófico asociado a Jacques Derrida que se ha extendido a campos que no son estrictamente filosóficos como la pintura, la arquitectura, la literatura e incluso la cocina.
La deconstrucción de ‘Re-Constructing Venus’, la exposición de María José Torrente que acoge la Galería Cuatro, se encuentra tanto en el concepto previo -derivado del término filosófico- como en el proceso técnico. Así, la reconstrucción no pretende destruir de forma absoluta, más bien se trata de una fase previa que sirve para desectructurar o deshacer de forma analítica aquellos elementos que constituyen una estructura conceptual. Para poder reconstruir después. Solo así podrá haber un encuentro entre ruptura, reconstrucción y belleza.
Estas Venus contemporáneas representan figuras desmembradas, descoyuntadas, pero reconstruidas atendiendo a una particular manera de entender la armonía, el equilibrio y, en definitiva, la belleza.
Figuras rotundas de sólida arquitectura que se desvinculan del fondo. El espacio es un contenedor de la figura, como un limbo, un no lugar que sirve para exaltar la sensualidad y belleza formal en una época que se desentiende de las categorías estéticas y de otras. Una nueva y diferente mirada hacia la feminidad que no excluye la reflexión intelectual y estética. Del espectador depende explorar cada obra según la razón y su experiencia artística.
Las señoritas de Avignon se han citado con una artista en el ático de una calle céntrica. Y las señoritas no saben si hablar, tomar un café, posar para la artista o solo mirar. Vivimos en tiempos de deconstrucción o mejor, vivimos tiempos en los que ya nada queda por deconstruir. En tales circunstancias, no hay más que recoger los retazos, los trozos, los fragmentos producidos por las batallas deconstruccionistas y rehacer el mundo.
Cada artista tiene su método y no todos los métodos dan la misma importancia al proceso creativo. Pero en el método está la verdad y no hay verdad que de alguna forma no implique a la belleza, que resulta necesaria en toda reconstrucción. Las Venus de la Historia recobran la vida cuando se les otorga un nuevo sentido. Hace mucho tiempo se citaron en la calle Avignon unas señoritas con un encantador sátiro, ahora se han citado con una artista, María José Torrente, en el ático de una calle céntrica.