Rachel Baran es una joven norteamericana que con tan sólo 20 años ya se forjó un nombre dentro de los amantes de la fotografía. Con diferentes técnicas y estilos, realizando imágenes que deambulan entre el surrealismo y lo macabro, las presenta como cápsulas que contienen historias listas para ser interpretada. La fuerza de estas imágenes radica en los detalles; en la manera en que distorsionando cierto punto, o añadiendo un rastro de sangre, adquieren un sentido totalmente distinto, en la manera en que se juega con la perspectiva o con los gestos de sus personajes, siempre realizando actividades desconcertantes.
Cada imagen es la posibilidad de recrearse de nuevo, de mostrar una nueva idea, un nuevo concepto. Sus realidades alternas, preparadas con cuidado para cada fotografía, son fruto de su imaginación. Siendo ella una artista joven, que siente lo propio de quienes todavía deambulan entre la niñez y ser adulta; las rabietas que se vuelven dramas, el sufrimiento a veces desmedido y sin causa justificada; otras imágenes representan aquellas oleadas de alegría que llegan en la juventud y hacen despertar cada poro del cuerpo, haciendo que todo parezca posible y que los jóvenes son invencibles. Sea el tema que sea, cada imagen está tan bien lograda y es tan realista que confunde y engaña.
Para lograr estos efectos Baran experimenta con Photoshop, o combina varias imágenes en una para ilustrar lo que en el resultado final llega a verse como verdaderos actos de magia. Sus fotografías conceptuales son verdaderas obras de arte oníricas llenas de poesía y provocación. Imágenes que el espectador puede reconocer por resultarle familiares, mientras otras materializan los miedos de la fotógrafa, sus nociones sobre la vida, sus sueños, o simplemente nacen de la creatividad. A pesar de que la fotógrafa habla de su mundo interno en cada fotografía, también da pie a que el espectador conecte en cierto nivel y se quede con un concepto. (Por Elena Barrueta)
ENG: Rachel Baran takes a lot of selfies. And while other girls her age are also taking a copious amount of selfies, Rachel’s self portaits tell a story. Completely self taught, Rachel describes herself as a ‘conceptualish photographer.” From Ohio, Rachel’s self portraits are her stories, told in photographs as she’s “not so great at talking.” After not getting into a photography program that she wanted in high school, Rachel didn’t give up, but forged ahead to teach herself everything she needed to know, from manual settings to Adobe Photoshop. She began starring in her own photographs because photographing people causes her anxiety.
“Photographing other people is actually one of the most nerve-wracking things for me. I know it’s completely one-sided, but my hatred of inconveniencing others makes me feel like I need to get the shots as quickly and efficiently as possible when I’m with another person. So I get flustered and end up not getting the shots I wanted most of the time; it’s sort of a big self-fulfilling prophecy type deal.”
Realmente impresionante.