Todos somos radicales pero en diferentes aspectos. Ahí está el problema.
Y la radicalización es cuestión de aprendizajes. Cuantos afganíes fueron secuestrados de sus padres y sus secuestradores adoptándoles les hicieron creer lavándoles la cabeza desde pequeños que el problema era justamente que ¡su propio bando! para motivarles a la autoinmolación. Cobardes, no lo pueden hacer ellos porque en el fondo no creen en sus principios y tienen que lavar el cerebro a gente inocente para matar a otros inocentes.
Pero el problema no es tan radical ni tan ajeno.
El radicalismo lo encontramos inocentemente en nuestra sociedad a través de nuestros padres y nuestros padres también son inocentes porque lo han vivido de su generación anterior y así sucesivamente. Hablamos de la inocencia que se convierte en radicalismo y esa inocencia tiene de base la ignorancia, Él no cuestionar. No todo el mundo está en el mismo saco pero muchos… ¡muchos!
La inocente radicalización la podemos encontrar en la propia sabiduría, padres que hacen creer a sus hijos que por saber más, por ser más cultos, por leer más son más sabios y tendrán más éxito. Pero en filosofías como el budismo Zen se persigue detener el intelecto y la imaginación para poder experimentar las realidades concretas como son realmente. Es otra forma de ver la vida, menos destructiva.
Así que vemos, padres que enseñan radicalización en costumbres religiosas, en materias económicas, en estatus sociales, en diferencias de géneros, en materias lingüísticas, en culturas, físicas, laborales,intelectuales, etc…
Cuando hablo de padres me refiero a humanos en general que han influido en nuestras vidas. Todos son padres: Los mismos padres, los profesores, amigos, hijos, parejas, no parejas, jefes, conocidos esporádicos pero importantes y no tan importantes… en general gente influyente en nuestras vidas o en un momento. Todos somos responsables los unos de los otros. Por eso se ha construido la vida que tenemos. Oigo… ¡qué mierda! … ¡Pero si la construimos entre todos!.
Parece que buscamos una diferencia de estatus, pero diferencia de qué? Para qué? Para vivir mejor? De verdad vamos a vivir mejor alienándonos “de nuestros semejantes”? ¿en “guettos”? Sí todos somos iguales!!!! ¿Dónde está el aprendizaje? ¿Dónde está el crecimiento? ¿De verdad somos tan conformistas? Más que conformistas… ¿egoístas, perezosos, como para escuchar otras historias? ¿Otros puntos de vista? ¿Qué es el enriquecimiento? ¿Sólo económico? ¿Sólo un medio egoísta de satisfacción?
Is the hard way too hard for you? ¿Es el camino difícil demasiado duro para ti? ¿Por eso te escudas literalmente en lo que has aprendido o lo que te dicen, en lo aprendido y no te escuchas más? ¿Y tu sexto sentido?
Escucharse no es egoísta, es simplemente entender que no todos somos iguales. Por eso es importante, ESCUCHARSE y ESCUCHAR.
La conclusión, Todos somos diferentes, pero en el fondo anhelamos lo mismo. ARMONÍA, PAZ. Y para eso nos tenemos que encontrar en nuestras diferencias, porque somos iguales pero diferentes. ¡¡Somos ricos!! En nuestra diferencia está la riqueza. Pero ACTUAMOS COMO POBRES, no escuchándonos, no entendiéndonos. NO EMPATIZANDO… por eso nos pisamos, nos dañamos… Y ahí la desgracia del ser humano. Ser verdaderamente rico es ser empático.
La subdecadencia apuesta por la escucha. Sabe que pocos se abrirán, pocos se comunicarán de forma abierta sin agredirse pero siempre creerá en esta posibilidad. La comunicación es un don que se ha dado al ser humano, para el bien común o para la manipulación ¿Qué eliges?
Por Tony Malony · www.tonymalony.com