Tengo las mejillas rojas de las muchachas saciadas. En la distancia, un hombre menciona a una mujer desconocida. Señala la plenitud de la carne, la blancura cremosa de los muslos. El deseo prolongado de tenerla. Un hombre, digo, al que conozco poco, un hombre que ha vivido una vida ordenada, hermosa en su sencillez. Imagina a la mujer con su cabello largo. Con sus dedos agitados, turbios: la mano ordena al sexo que se muestre. Ella piensa en su mirada. No sobre en el sexo, en el cuerpo blanco, pleno, erizado ya por el deseo, sino más allá, una mirada de una lejanía impropia, tal vez nueva incluso para él. Lo imagina pensando en ella como en una mujer. En su día cotidiano, tranquilo, donde él la piensa a veces descuidadamente. Lo imagina allí, ella que tiene las mejillas saciadas, que ha sido atravesada limpiamente, lo imagina como niño o como planta, como hiedra que trepa por el muro de la casa. Sólo le interesa en ese estado alejado del deseo. Su vida de pasos suaves, la voz a veces alzada, diáfana, voz casi de mujer o de caricia. Sólo entonces toma él forma ante sus ojos, toma nombre y temblor junto a su pecho. Le dice que se quede quieto. Déjame mirarte, le pide. Una súplica indolora. Un deseo diluido ya en el tiempo, casi mudo, pero que brota a veces como un río a sus espaldas. La baña. Me baña. Esta mujer desconocida que sólo existe en tu palabra. Por Dara Scully / Foto: Dara Scully
ENG: Dara Scully is a Spanish writer and photographer who captures dark, poetic scenes verging on fairy tale and myth. Nude figures inhabit the faded forests. Esoteric rituals transpire on quiet leaf beds. Death is present in the form of insects, prone bodies, and bleeding wounds, and rebirth occurs as birds escape their abandoned cages. As beautiful and graceful as Scully’s images is her creative biography, which reveals her sylvan, literary essence:“Forest creature, winter girl. I like birches and aspen leaves. In my other life, I was a white deer, a fox, or a swallow. I’ve never flown. I drink milk tea and my favorite word is chrysalis. My heart belongs to Chopin and my body to the horses, but I’ve never ridden any. I read Jaeggy, Nabokov, Duras, and Müller. I read because it saves me. […] If I have to choose a sound, I’d say: the wind shaking the branches of the trees. Or rain. I always wear dresses and man shoes. I [have] written since I was thirteen. I’m afraid of moths. I have six moles in my pale chest.” (Source)
The power of conceptual photographers like Scully lies in the ability to tell stories in a single frame. Just as she encapsulates an entire sensorial experience in the above paragraph, each photo is a compressed narrative overflowing with hidden meaning and an emotional presencethe innocence of youth, the pain of growing, the sorrow of death. Blending reality with fiction, Scully employs subtly powerful symbolssuch as the dead birdsto speak their meaning. Deeply subjective, her ambiguous scenes allow the viewer to instill their own significance. (Via Art Fucks Me)
Scully web: cargocollective.com/darascully