Los grupos de WhatsApp se han convertido en la materialización de la angustia. Casi todo el mundo los critica y los odia pero es difícil escapar completamente de ellos porque, seamos francos, en muchas ocasiones son útiles.
Dice WhatsApp que, según un estudio de 2016, la media es de un grupo por persona. No sabemos dónde estarán todas esas personas sin grupos que bajan la media, porque la gente que nosotros conocemos tiene (sufre) más de diez.
¿Por qué los odiamos?
– Resultan intrusivos. Sus miembros hablan a cualquier hora, mientras estás haciendo cualquier otra cosa. Eso puede ocurrirte también con los chats individuales, pero en un grupo es más probable que las personas no conozcan tus horarios o costumbres. Aplicaciones como ‘WhatStat’ permiten descubrir cuál de tus contactos te escribe en peores momentos, entre otras funcionalidades.
– Hay demasiados mensajes. Cuando consultas el móvil, normalmente puedes repasar tus chats individuales sin esfuerzo. Pero en los grupos de WhatsApp hay 50 o 100 mensajes esperando a ser leídos (un grupo puede contener hasta 256 personas).
– Te exigen respuesta. Entre esos mensajes que no habías leído hay a veces cuestiones sobre las que los miembros del grupo esperan tu respuesta. Quizá ni siquiera te has enterado, porque has leído los mensajes pendientes «en diagonal», pero se están refiriendo a ti y esperan una reacción por tu parte.
– Mal usados, son muy ineficaces. La información relevante se pierde entre una cadena de bromas individuales u otros comentarios. Muchas personas no se explican bien. Otras no entienden bien. Es muy frecuente que alguien pida un resumen de lo hablado anteriormente.
Si quieres que los grupos de WhatsApp sean algo más llevaderos, comparte en todos los que tengas estas sugerencias.
Consejos (dictados por el sentido común) para usar bien los grupos de WhatsApp
– No los uses para dirigirte a una persona sola. Para eso están los privados.
– No hagas SPAM. Si eres de los que reenvían chistes virales, asegúrate de que a todos en ese grupo les guste recibirlos.
– No escribas en ellos cuando te aburras solo por saludar o poner algún comentario sin importancia. Olvida lo de «estáis muy callados». Algunos agradecen ese silencio del grupo durante unos días.
– Si es un grupo creado específicamente para un acontecimiento concreto, evita hablar en él de otros temas.
– Usa con mesura la opción de citar contactos (@). Si en persona no es agradable que alguien «toque tu hombro» con insistencia, tampoco lo es en WhatsApp.
– Explícate lo mejor que puedas. Los malentendidos y discusiones en WhatsApp están a la orden del día. La atención es muy vaga, ya que los grupos a menudo se consultan mientras se hacen otras tareas. Por tanto, procura dar mensajes breves y claros. Hay cosas que pueden parecerte evidentes, pero al estar en ese formato no son tan sencillas de comprender. Se pierde la entonación y otros detalles que ayudan a la comunicación.
– Evita mandar una ristra de frases separadas (con sus correspondientes notificaciones). Olvida la excusa de «es su culpa, yo lo tengo silenciado». Tus mensajes no deben resultar molestos tampoco a los que no los tengan silenciados.
– Si tú creas el grupo, escribe un nombre representativo. Mejor si también pones una foto para ayudar a identificar el grupo.
– No exijas que la gente conteste al minuto, no todo el mundo puede mirar el grupo con tanta frecuencia.
Actúa como eres normalmente
A veces, los grupos de WhatsApp nos sirven como excusa para comportarnos como no solemos hacer en otros entornos. Pero no tenemos que olvidar que son sólo un medio, y que cuando los usamos deberíamos ser las mismas personas que somos el resto del tiempo. Igual de educadas, prudentes o consideradas.
– Responde. Es mejor decir una vez que no estás interesado en esa quedada que no responder nunca. Actúa como lo haces normalmente y como lo harías si te preguntaran por cualquier otro medio.
– No cambies de tema. Evita «matar» el comentario de alguien antes de que la gente haya podido contestarle.
– Si decides abandonarlo, no te vayas sin despedirte.
No es por asustar, pero dicen que casi todos los grupos de WhatsApp tienen otro grupo correspondiente en el que falta uno o varios de los miembros del primero. Por algo será. Pero, si sigues estas normas básicas, es más probable que tú no seas ese contacto no invitado al segundo grupo.(Texto Yorokobu)