El arte moderno es criticado y amado con la misma fuerza. Controvertido como es, se reinventa y crece a gusto del artista. La inexistencia de reglas lo hace mucho más interesante, tanto es así que la base de la performance (traducidas como acciones artísticas) es la improvisación: una combinación de artes mostradas a pie de público, cuyo límite lo marca el artista.
A partir de la década de los noventa empieza a desarrollar un estilo basado en el individuo y en su papel en la colectividad. Huan centra su mirada en el desnudo, cuestión que en China se percibe como algo íntimo pero que el artista traslada al ámbito de la comunicación. La desnudez, según Huan, implica mostrar la vulnerabilidad del hombre y su identidad. Los desnudos de Huan se insertan en el campo de las actividades ordinarias estableciendo vínculos con raíces de pensamiento tradicionales de China. El artista introduce al individuo en temáticas típicas del arte occidental pero siempre con matices que remiten a postulados propios del budismo o el taoismo. Se trata pues de establecer un diálogo entre ciertos parámetros de la tradición oriental con implicaciones típicas de la contemporaneidad occidental.
El medio habitual de Huan es la performance. Para el artista la decisión de realizar performance está directamente relacionada, como él mismo explica, con su experiencia personal. «Yo siempre he tenido problemas en mi vida- afirma Huan- y estos problemas muchas veces han derivado en conflictos de orden físico. Es de esta forma que me di cuenta de que mi cuerpo era el vehículo principal para conocer mi entorno y el entorno a mí». Parece pues evidente que las situaciones en las que Zhang Huan introduce al individuo se caracterizan por ser un escenario de teatralidad que unas veces se sumergen en el ámbito de lo lírico y otras en el de lo trágico, en sentimientos de cariz dramático que conmueven al espectador. Huan trata de relacionar las experiencias físicas con las espirituales para así, «experimentar mi existencia esencial».
The basic concepts of the exhibition ‘Q Confucius’ have their origins in themes that have long been of concern for artist Zhang Huan’s creative practise: the relationships that humankind, both as individuals and collectives, have with their natural, social and cultural environment, both in our lives and in the broader course of human development; and also the poetic expression of the fundamental nature of these relationships. The origins of Zhang’s creative practise on these themes can be traced back to the series of performance pieces he made in the 1990s, the origins are also apparent in what he calls his ‘concept photo’ works and have extended onwards into his later works using material media. In recent years, through working with materials, craft techniques and symbols that have particular cultural meanings, such as incense ash, cowhide, woodcut and historical photographs, the artist has ever more clearly targeted his critique on the direction taken by modern social development, questioning the meaning of material abundance and technological progress for human existence. This is both the logical extension of Zhang Huan’s sustained interest in motifs of human nature and also the artist’s contemplation of and response to the ever more frequent natural disasters and clashes of cultures seen around the world in recent years.
‘Q Confucius’ is the latest development along this creative trajectory. The exhibition makes use of ‘Confucius’, a symbol representative of Eastern moral and political thinking, to explore the question of how humanity might, in an era of technological development and rapidly evolving social organisations and means of interaction… progress together and come to coexist in harmony, both with fellow humans and with Nature, and indeed whether this is possible at all.
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