Y aquí sobrevivimos, puros, con la pureza que nosotros creamos, salvajes, más que la tierra que nos acoge, eternos, vívidos y ciertos.
El trabajo de Aj Fosik no pasa desapercibido, fácil de identificar, el componente totémico, místico y un tanto psicodélico así lo propician. Vistos objetivamente los animales resultan sobrecogedores, sin embargo, no producen sensación de terror, al contrario, más bien parecen representar lo que todos somos, parte animal, parte humano.
Esculturas creadas a partir de piezas de madera ensambladas con delicadeza y precisión en un proceso completamente manual; comienza creando un esqueleto que recubre con músculos para después aplicarles piezas de madera pintadas en colores vibrantes, sin dejarse garras, dientes y ojos que confieren a su obra el punto intimidatorio justo.
Con todo, consigue un resultado que resulta difícil dejar de mirar, su nivel de detalle, su intensa paleta de colores que nos traslada a un mundo salvaje, tribal, indoblegable nos seduce, son obliga a volver una y otra vez a ese lugar primigenio que un día quisimos abandonar.
[vimeo 70904398 w=640 h=360]
[vimeo 8931313 w=640 h=360]