Hija de guerrilleros yugoslavos, Marina Abramovic (Belgrado, 1946) es una artista de largo recorrido lo que la ha convertido en uno de los performers más veteranos y poderosos del panorama artístico contemporáneo con base en su propio cuerpo y su propia mente, además de la relación con los espectadores a los que, en ocasiones, convierte en actores necesarios para el correcto desarrollo de la performance.
Su trabajo ha ido evolucionando con el paso del tiempo, desde unos primeros trabajos en los que buscaba fundamentalmente rebelarse contra una educación que sentía como una losa que le impedía desarrollarse como persona, inmersa en el triste ambiente cultural de la Yugoslavia de Tito, hasta llegar a unas propuestas en las que explora el aspecto espiritual del sexo como hace en la serie Balkan Erotic Epic (Épica Erótica Balcánica).
Dice Marina Abramovic: “Balkan Erotic Epic forma parte de mis estudios sobre la cultura popular de los Balcanes y sobre el uso que la misma hizo del erotismo. A través de él, el ser humano pretende convertirse en un ser parecido a los dioses. En la cultura popular, la mujer se casa con el sol y el hombre con la luna para conservar el secreto de la energía creativa; a través del erotismo se entra en contacto con la indestructible energía cósmica”.
Lo que no ha perdido por el camino es la simbiosis que siempre busca entre el arte y la vida, uniendo sus propias experiencias vitales con el mundo de la creación entrando de lleno en el mundo del body art (arte corporal o del cuerpo) para llegar hasta los límites más extremos, tanto desde el punto de vista psíquico como mental, hasta llegar incluso a poner su vida en peligro.
A pesar de lo que pudiera parecer en un primer golpe de vista, el trabajo de Marina huye del sensacionalismo; es un trabajo de un profundo trasfondo filosófico donde el miedo, la incomunicación o la soledad, algo aparentemente (pero sólo en apariencia) contradictorio con la necesaria presencia del público, que llega a ser una parte activa con la que la artista dialoga y obliga a enfrentarse a las mismas sensaciones que Marina experimenta en muchos de sus trabajos.
Algún crítico ha definido las performances de Abramovic como “una verdadera radiografía de una sensibilidad intensa y emocional a la búsqueda de una profunda espiritualidad que le confiera el equilibrio vital y un estado de conciencia superior.” En un buceo introspectivo carente de prejuicios o de complejos, encuentra Marina Abramovic el material fundamental que luego se fundirá con referencias multiculturales fruto de sus contactos con la cultura tibetana, con tribus africanas o de sus estancias en los desiertos del Sahara o del Gobi.
Fundamental en el desarrollo de su trabajo fue la relación tanto personal como artística con el artista alemán Ulay, que se extenderá entre 1975 y 1988, relación que se cerrará con la performance titulada Lovers (Los amantes) que fue la que puso fin a la relación entre ambos. Para ello recorrieron 2.000 kilómetros a lo largo de la Gran Muralla China en 90 días para llegar, partiendo cada uno desde un extremo distinto, a la población china de Er Lang Shan un 27 de junio de 1988. Caminaron hasta encontrarse e inmediatamente volver a separarse ya para siempre. “Esta puesta en escena de una geometría del amor hizo que la dolorosa separación de sus biografías individuales pareciera el inevitable resultado de las leyes de la vida”, ha escrito Petra Löffler.
Balkan Erotic Epic es una serie en la que se incluyen diferentes obras grabadas en video o con soporte fotográfico, en la que indaga en torno a la relación entre el sexo y la muerte. Para ello, Marina Abramovic investigó en torno a los antiguos rituales paganos, que todavía hoy perviven en la cristiana Serbia, y que se utilizan con el fin de “propiciar la fertilidad de la tierra, para pedir lluvias, para la sanación… La energía sexual era transformada para el contacto con las energías invisibles.”, tal y como ella misma explicó en una entrevista en el periódico El País.
Sus obras tienen mucho de ritual, de trascendencia más allá del miedo al dolor físico, de lograr un estado mental y físico que le permita entrar en una dimensión en la que esas limitaciones ya no proyecten ninguna sombra sobre su mente ni sobre su vida. La vida.
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‘Balkan Erotic Epic’ is based on Marina Abramovic’s research into Balkan folk culture and its use of the erotic. According to her, it is through eroticism that the human tries to make himself equal with the gods: ‘In folklore, the woman marrying the sun or the man marrying the moon is to preserve the secret of the creative energy and to get in touch through eroticism with indestructible cosmic forces. People believed that in the erotic there was something superhuman that doesn’t come from him but from the gods. Obscene objects and male and female genitals have a very important function in the fertility and agricultural rites of Balkan peasants. They were used very explicitly for a variety of purposes. Women would show in the rituals openly their vaginas, bottos, breasts and menstrual blood. Men would show openly in the rituals their bottoms and penises in acts of masturbation and ejaculation.’ ‘Balkan Erotic Epic’ belongs to a series of works that reflect Abramovic’s Serbian origins, also including the installations ‘Balkan Baroque’ and ‘Count on Us’ as well as the single-channel works ‘The Hero’ and ‘Tesla Urn’. This is a single-channel edited version of the work, created to become part of the compilation DVD ‘Destricted’. It is also available as a multi-channel installation.
‘Balkan Erotic Epic (single channel)’ by director Marina Abramovic is an erotic comedy about myths from the Balkan around the sexual organs. It’s included in the first edition of Destricted, an ongoing project of films that explore the line where art and pornography intersect.
The multi-channel installation ‘Balkan Erotic Epic’ is based on Marina Abramovic’s research into Balkan folk culture and its use of the erotic. According to her, it is through eroticism that the human tries to make himself equal with the gods: ‘In folklore, the woman marrying the sun or the man marrying the moon is to preserve the secret of the creative energy and to get in touch through eroticism with indestructible cosmic forces. People believed that in the erotic there was something superhuman that doesn’t come from him but from the gods. Obscene objects and male and female genitals have a very important function in the fertility and agricultural rites of Balkan peasants. They were used very explicitly for a variety of purposes. Women would show in the rituals openly their vaginas, bottoms, breasts and menstrual blood. Men would show openly in the rituals their bottoms and penises in acts of masturbation and ejaculation.’ ‘Balkan Erotic Epic’ belongs to series of works that reflect Abramovic’s Serbian origins, also including the installations ‘Balkan Baroque’ and ‘Count on Us’ as well as the single-channel works ‘The Hero’ and ‘Tesla Urn’. ‘Balkan Erotic Epic’ has a quite variable form, as its thirteen channels are seldom exhibited at the same time – most often a few are selected to be shown together. This is the single-channel version of the work.
Date: 2005
Length: 13’18»
Type: Video
Copyrights: All rights reserved (c) LIMA
Genre: (experimental) documentary (artwork genre), body art