Michael Hutter (Alemania, 1963) se desarrolla con igual talento en pintura, ilustración o fotocomposición para generar obras llenas de magia y erotismo; obras surrealistas donde la fantasía brilla con luz propia.
Personajes extraños que en ocasiones plasma amontonados, como si de un particular jardín de las delicias se tratara, nos recuerdan que la imaginación no tiene límites. Hultter crea mundos donde lo disparatado se enseñorea, donde la lógica parece haber huido a donde se la aprecie más.
Sus coloristas pinturas, con el rojo como gran protagonista, se contraponen a las fotocomposiciones creadas a partir de viejas imágenes en blanco y negro; lo que si unifica la obra es la sensación de que el autor nos mueve por extraños universos, aprovechando así esa necesidad que, en un momento u otro de nuestro día a día, a todos nos surge, la exigencia mental de huir de la realidad para descender a los infiernos, con la certeza de que en ese lugar todo es una entelequia.