Esta comprobado por sociólogos que en tiempos de crisis económica es cuando la gente más le interesa comprar, seguir teniendo pequeños lujos, como estrenar ropa nueva para algún evento social, solo para no sentir que se pierde su estatus. La presión de la sociedad de reformular constantemente nuestra identidad, adaptándonos a las tendencias del momento, provocan que más que una sociedad pensante y razonable sea una sociedad consumista e inconsciente. El problema con el Fast fashion es que en la mayoría de casos para obtener una producción económica se manda a hacer a la India o a China, donde las condiciones laborales son denigrantes, pagando muy poco a sus trabajadores y si seguro social ni nada que los proteja, además de que los productos usados aceleran el uso de recursos, aumentan el impacto ambiental y generan residuos. Simplemente sabiendo que el 20% de los vertidos tóxicos al medio ambiente provienen de la industria textil y que para realizar una simple camiseta de algodón se necesiten 2700 litros de agua. Obviamente son cifras impactantes que nos hablan de que en un futuro no muy lejano nos veremos obligados a cambiar este sistema. Es por esto que en el 2007 el término Slow Fashion fue acuñado por Kate Fletcher del Centro de Moda Sustentable de UK. Esto no se trata de una tendencia que viene para esta temporada, sino de un movimiento que engloba la moda sostenible eco, verde, y ética, que cada vez esta teniendo más impacto.
ENG: Whether you’re squeezing through the racks at Forever 21 or watching the runways at fashion week, you’re guaranteed to see the “new.” And by new, I mean everything from a new style, new seasonal colors, to literally new, recently-manufactured clothing. With boutiques, department stores and designers debuting new fashions and doling out full stockrooms of new merchandise, many people are asking, are new trends worth it? A whole movement has the answer: no. These people are participating in the Slow Fashion Movement, coined by Kate Fletcher in 2007 according to Slow Fashioned, an online magazine dedicated to the movement.
Slow Fashion is all about sustainability, and all about being creative as well as aware when we shop for our clothing. It includes everything from buying secondhand, to buying clothes made from sustainable materials, to DIY projects. Some would even say that buying more quality products (which usually make a bigger dent in our pocketbooks) can be considered slow fashion, if they’re pieces that you’ll wear—and love—for longer than the average life span of a shirt from Forever 21. The purpose here is to slow down the use of our limited resources and lead a more sustainable fashion life.