«Provocar significa evocar algo. Al hacer una escultura con grasa o un pedazo de arcilla, yo evoco algo. Yo enciendo una idea dentro de mí totalmente original, una idea completamente nueva que todavía no ha existido en la historia, incluso si estoy trabajando con hechos históricos o con Leonardo o Rembrandt. Yo mismo determino la historia no es la historia la que me determina a mí… cada hombre es un provocador potencial.»
Mayo de 1974, un artista alemán se niega a pisar suelo americano y es trasladado en ambulancia desde el aeropuerto de Nueva York hasta la galería donde pasaría tres días encerrado junto a un coyote. Me gusta América y a América le gusto, es el irónico título de esta performance y la más célebre obra del polifacético Joseph Beuys. Una vez llegado a la galería, ambientó la habitación como un desierto y él se envolvió en fieltro y grasa. Cada elemento del escenario es un símbolo en sí: El fieltro y la grasa son los materiales con los que los tártaros curaron a Beuys tras un accidente de avioneta en Crimea y que aparece continuamente en su obra. El padre del movimiento Fluxus, creyó haber resucitado y quiso que su vida y su arte también lo hicieran. Su intención a partir de entonces fue sanar al ser humano a través del arte, el sería el sanador, el chamán. El coyote, animal sagrado para los indios norteamericanos. Dios entre lo espiritual y lo material. El Walt Street Journal que fueron recibiendo durante estos días, símbolo del capitalismo y hegemonía estadounidense. La mente del artista es identificar arte con vida, y utilizarlo como un motor de evolución hacia la solidaridad, la convivencia y el respeto. Joseph Beuys es considerado uno de los grandes artistas del S.XX que quiso utilizar su obra como llamada a la reflexión frente a los problemas de su tiempo.
Pero, ¿qué pretendía Beuys con esto? Es una dura crítica al daño causado por el hombre blanco a los nativos americanos y a su cultura. A través de esta acción, quiere curar a América del trauma causado por el conflicto con los indios. Reconciliacion entre cultura y naturaleza.
ENG: A master of compelling performance pieces, Beuys flew to New York, picked up by an ambulance, and swathed in felt, was transported to a room in the Rene Block Gallery. The room was also occupied by a wild coyote, and for a period of 8 hours a day for the next three days, Beuys spent his time with the coyote in the small room, with little more than a felt blanket and a pile of straw. While in the room, the artist engaged in symbolist gestures, such as striking a triangle and tossing his gloves to the coyote. At the end of the three days, the coyote, who had become quite tolerant of Beuys, allowed a hug from the artist, who was transported back to the airport via ambulance. He never set foot on outside American soil nor saw anything of America other than the coyote and the inside of the gallery.
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