El artista polaco se describe a si mismo como «un compositor de imágenes» y a través de su obra intenta llevar mensajes fuertes y provocativos sobre el lado oscuro de nuestro mundo.
La cantante y activista de los derechos civiles, Nina Simone, dijo alguna vez que desde su punto de vista, la función del artista era reflejar sus tiempos, sin importar su crudeza. El arte se alimenta del contexto, lo refleja y de esta forma pone en evidencia sus componentes y dinámicas al exagerarlos, transformarlos y dotarlos de nuevos significados. Cuando esto se logra y va de la mano de la maestría técnica del oficio, el arte transgrede, provoca, invoca y en ocasiones nos toca con tal profundidad que no volvemos ha ser los mismos. En este sentido el arte es transgresor, pero también creador y restaurativo. Friedrich Nietzsche capturó esto cuando dijo que “tenemos el arte para no morir de la verdad”.
La obra del diseñador e ilustrador polaco Igor Morski, es un ejemplo de esto. A través de técnicas mixtas, arte gráfico, manipulación fotográfica, dibujo y recientemente trabajos en 3D, este artista ha logrado capturar aspectos terribles de nuestro mundo que de otra forma sería aún más difícil atestiguar. Mensajes sobre la libertad, el consumismo, la objetivación del cuerpo femenino, el calentamiento global, el racismo, el neo esclavismo, la evolución y otros tantos más son los motivos detrás de las imágenes de Morski quien al respecto ha declarado:
“Siempre he buscado una visión clara. Una ilustración en la prensa con frecuencia ha servido para comentar un texto o incluso, por algunos ha sido usado como un substituto. He estado buscando declaraciones y expresiones fuertes, pero me he alejado de los tabloides como presentación. La otra cuestión es que nosotros los polacos tenemos un tipo específico de sensibilidad. Las guerras y muchos otros horrores que han embargado a nuestro país, han hecho aceptable para nosotros una narrativa que sería difícil de aceptar en cualquier otro sitio. Me di cuenta de esto cuando llevé un par de excelentes pósters polacos a Holanda. Estos causaban miedo a quienes los miraban. El artista usado por ejemplo como una alegoría, un laberinto de escaleras en una cabeza humana, en Polonia, la gente se enfocaba en el significado oculto, los Holandeses estaban poniendo su atención en la “mutilación” de la cabeza. Lo estaban interpretando muy literalmente”.
Además del arte, Morski está interesado en la genética y la física teorética. Pero cuando se le ha pedido definir lo que hace se ha descrito como “un compositor de imágenes”. Su obra, quizá resulte tan inclasificable como él, pero justamente en ello radica su originalidad y su valía.