Sólo en lo abyecto de la muerte, en la brutalidad de los fluidos internos que se cuelan entre órganos desmembrados, yace una estética oculta de lo vil, una poética evocadora que nos confronta con nuestra naturaleza mortal y que espera ser descubierta. Sabemos que no nos gusta pensar en la muerte porque rechazamos la idea del cuerpo incompleto. Es por eso que si lo hacemos, pensamos en una muerte etérea de cadáveres inmaculados cuya belleza recuerda al de una obra de arte renacentista: ojos cerrados, sonrisa en los labios, expresión de paz de quien ha encontrado algo bello en el otro lado. Ropas angelicales y flores entre los dedos enlazados son otros recursos para completarlo. Sin embargo, para Laura Lucía Ferrer (Querétaro, 1988), el uso de objetos grotescos en el concepto de la muerte nos enfrenta con nuestra propia naturaleza. A través de su obra, esta joven artista graduada de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, pretende entender al cadáver como el delirio que nos desapega de la materia.
Así, en las series Cadáveres Esquicio y Cadere Innocens encontramos niños pequeños, cuerpos mutilados, órganos expuestos y elementos orgánicos que se funden con las entrañas anónimas en una atmósfera etérea, casi naïf, que contrasta con la brutalidad de los cuerpos magistralmente detallados a través de texturas y trazos. “La idea es descontextualizar a la muerte basándola en la figura grotesca explícita, para situarla en un concepto más estético que, a través del detalle, se vuelva asimilable para el espectador, explica la artista. De esa manera, la conocida como Kikyz Ferrer busca evocar una respuesta emocional en quien observa y, dicho sea de paso, generar una re-examinación de lo que consideramos canónicamente como bello, porque sí, la carne muerta también puede ser bella, incluso si se cae a pedazos. Usando grafito, las posibilidades infinitas de la tinta y ocasionalmente algo de acuarelas o acrílicos diluidos, Kikyz Ferrer abre las puertas de la enfermedad, la suciedad y el decaimiento del cuerpo humano que se ve inexorablemente atrapado en su ciclo natural de vida.
ENG: The artwork of Kikyz1313 is a beautiful study of the grotesque in art. Her delicately rendered subject matter is initially easy on the eyes, but this aspect only acts as a lure. When her viewers fully take in her main subject matter of innocent children or animals, often in various states of disease and decomposition, an unresolvable contradiction occurs in their minds. Her artwork is stunningly uncomfortable, yet unbearably beautiful. Her concepts are not the fodder of horror movies; they are more complex and involved than that. They are tools of nature, opening the mind to the wonderful sublime reality that is human life on earth.
“Why do we ignore the very intimate contents of our own bodies? Why isn’t there a balance between the mundane, tangible world, and the unfathomable cosmos of our fleeting existence?” —Kikyz1313
QUERÉTARO | kikyz1313.com | Por Samantha Levin