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Monedas alternativas para combatir el sistema financiero

Las injusticias del sistema financiero han promovido el nacimiento de alternativas para adquirir bienes y servicios cambiando, aunque lentamente, el diseño sociocultural

 

La globalización ha provocado que la salud de nuestra economía dependa en de flujos de capitales, abstracciones radicalmente lejanas a nosotros. A menudo pagamos precios desmedidos, debido a inflación en el mercado internacional, por productos que podríamos comprar, si se produjeran localmente, a un costo mucho menor. Nuestras vidas dependen estrechamente de lo que pasa en los sistemas financieros del mundo, modelo que supue

Los abusos cometidos por los grandes bancos, que propiciaron la crisis económica de 2008, fueron absorbidos, mediante un ‘rescate bancario’, con dinero de los contribuyentes. Lo anterior reforzó un desacuerdo generalizado contra un sistema financiero deshumanizado y poco justo. A raíz de esto florecieron diversas iniciativas para sustituir divisas oficiales. A continuación te presentamos algunas de las más interesantes:

La moneda social

Medio alternativo de pago, de circulación restringida, para que ciertos productos y servicios estén disponibles en un circuito social cerrado. Se trata de bonos o vales, que se intercambian por productos o servicios en la comunidad, generalmente locales. Permite más opciones de compra que el trueque, y manejar distintas escalas de valor. Este microsistema no contempla el préstamo ni el interés.

Los bancos de tiempo

Modelo donde se intercambian servicios por servicios, o favores por favores. Tiene como efectos el fomento de las relaciones sociales y la igualdad entre los estratos económicos. La moneda de intercambio es el tiempo. En este sistema no hay inflación o acaparamiento. Se paga a la gente por lo que se necesita hacer, y se da valor a los talentos. El valor se obtiene a partir del tiempo que una persona invierte en una labor determinada.

Monedas alternativas

Derivado de la crisis económica de 2008, en Europa se crearon distintas monedas regionales alternativas. En Monz, una localidad de Bélgica, nació el rupi, con el cual los estudiantes de la zona compraban sus materiales. Posteriormente, diversos comerciantes de la zona también lo adoptaron. En el principado de Filettino, ubicado al centro de Italia y con aproximadamente 500 habitantes, nació el fiorito. Esta iniciativa intenta fomentar el consumo de los productos típicos de la zona. La moneda, curiosamente, pierde 10% de su valor cada año, para evitar la acumulación y el nacimiento de especuladores, así como la falsificación de su divisa.

Monedas digitales

Sin duda, en este campo la iniciativa más popular es Bitcoin. Se trata de una divisa sin respaldo físico, que busca estimular una economía virtual exenta de la regulación de los índices financieros o de instituciones bancarias. Su fin es eliminar la intermediación; es la primera divisa virtual descentralizada, no basada en leyes o reglas, sino puramente en matemáticas y criptografía.

¿Entonces?

Un estudio de los científicos Stefania Vitali y James B. Glattfelder, de la Universidad de Zurich, reveló que 147 empresas estrechamente ligadas controlan 40% de la economía mundial. Esta concentración, entre otros factores, repercute negativamente en las finanzas de la población mundial. ¿Por qué sufrir el maltrato del mercado internacional cuando regionalmente puedo abastecerme de lo que necesito? Iniciativas como estas nos recuerdan que, a fin de cuentas, las cosas podrían, y deberían, funcionar de otro modo. 

Fuente: PijamaSurf

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