Los que daban por perdido a Animal Collective, un grupo que se erigió como la salvación y el manual del sonido alternativo del siglo XXI desde la publicación del ya clásico y cultista Merriweather Post Pavilion, no contaban con que, si el engranaje en su conjunto ya no surte el efecto revolucionario de hace un lustro, despiezado sí. Y es que cada uno de los miembros tienen activas carreras en solitario, sobre todo David Portner y Noah Lennox, cerebros centrales del combo estadounidense, y quienes bajo los alter egos individuales de Avey Tare y Panda Bear, respectivamente, han sabido trazar nuevos caminos que, con el punto de partida en su trabajo en el grupo norteamericano, comienzan a modelar carreras contiguas que comienzan a matar al padre.
La prueba de ellos es el que, probablemente, suponga el mejor trabajo publicado por cualquiera de los Animal Collective en paralelo a la “banda madre”: Panda Bear Meets The Grim Reaper, lo nuevo de Lennox, un caleidoscopio de pop tropical que orbita por ondas sonoras que no rechazan ni el dub, ni el space pop, ni la indietrónica, ni el kraut más mecánico, ni el beat industrial, ni el folclorismo oriental, sintiéndose tan cerca de Gorillaz como de Atlas Sound, Battles, Gnarls Barkley o MGMT. La primera gran obra maestra del curso que recién comienza y un tratado de experimentación que trasciende los límites del género, entregándonos las, probablemente, piezas de corte y acceso más comercial que cualquiera de los cuatro animalitos psicodélicos haya parido hasta la fecha, como prueban Mr. Noah, Boys Latin o Crosswords.
Deja el grifo abierto y liquida un pop de raíces indigenistas orientales (Sequential Circuits), traza un puente entre el dub espástico y la indietrónica vía tablet para hacerse un auto-tributo (Mr. Noah), firma un medio tiempo reggae transformando las guitarras en resortes (Crosswords), convierte el space pop en una opción para el nuevo machine pop (Butcher Baker Candlestick Maker), encabalga en una suerte de escalera de armonías una pieza pop tan tropical como oscurantista (Boys Latin), pone cables, voz y atmósfera a la cumbia occidental y a la lucha de espejos definitiva (Come to Your Senses), tira de arpa y elementos clásicos para trazar un puente al neoclasicismo psicodélico (Tropic of Cancer o Lonely Wanderer), rehace el indie psycho de MGMT (Principe Real), mata a M83 y a la banda sonora de Drive con el himno tecno-kraut para no bailar (Selfish Gene) para culminar quemando con ácido encendido el pop más licuado (Acid Wash). Ondas del espacio interior, desde el útero del padre, y no de la madre.
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ENG: With their pseudonyms, penchant for making interminable avant garde films and frequently oblique lyrics (“Can I sing and make change without crushing clams?”; “When I was young I thought fruit was an infinite thing”), US electronic psychedelicists Animal Collective are a band that invite differing interpretations. So it’s perhaps no surprise that people have set to the title of Collective member Noah “Panda Bear” Lennox’s fifth solo album with some gusto. Depending on what you read, it’s either an indication that Lennox has made a concept album about death along the lines of his 2004 album Young Prayer inspired by his father’s terminal illness and recorded in the room where he died or is thinking about retiring the Panda Bear name altogether.
It’s clear why people have drawn those conclusions, not least because Panda Bear Meets the Grim Reaper opens with the funereal organ of Sequential Circuits, shortly afterwards offers up 30 seconds of ominous noise entitled Davy Jones’ Locker and, on Tropic of Cancer a track that begins with a burst of The Last Post appears to allude to his father’s death once more: “When they said he’s ill/ Laughed it off as if it’s no big deal/ What a joke to joke.” But it also features two songs apparently inspired by a PlayStation 2 game and some pretty gleeful pop music Boys Latin’s ping-ponging vocal harmonies, the chugging synthesisers of Selfish Gene. Indeed, listening to it, it’s hard not to wonder if there’s not something more prosaic behind the title than an overarching concept about mortality or a coded message about Lennox’s artistic future: perhaps it’s just a homage to the kind of gleefully overblown titles found on old dub albums, on which Scientist was held to have Rid the World of the Evil Curse of Vampires, or Encountered Pac Man.
Texto: Pedro Matamoros / Caroline Donaldson.