No he perseguido activamente el arte como tal o como vía de expresión hasta que mis hijas crecieron y me retiré de la abogacía, mi profesión
Cuando me jubilé hace unos ocho años tuve el lujo de gastar mi tiempo haciendo lo que quería hacer, no lo que tenía que hacer. Siempre he sido un lector voraz y supuse que llegaría a escribir cuando renuncié a mi trabajo. Pero, todo cambió y las palabras no me interesaban, prefería los mensajes con efecto visual añadido, así que empecé a contar historias en una forma (para mí) inesperada, a través del collage.
Casi todo lo que hago es mixed media y collage. Como la mayoría de los artistas de este genero, tengo una gran acumulación de libros antiguos, revistas vintage, fotos de misterio, interesantes pedacitos de papel, cintas, pequeñas piezas metálicas, vainas de semillas, viejos dientes, etcétera, etcétera. Un pedazo de collage generalmente viene a la vida de dos maneras, descubriendo una antigua página de fotos o libros y saber lo que quieres trasmitir al final… O, con menos frecuencia, concebir una historia o situación y buscar imágenes e ilustrarlo. Mis piezas tienden a ser simples y el título siempre importa.
Lynn Skordal perseguido el arte como como vía de expresión
Trabajo también con libros de artista donde el proceso se centra un poco más–siempre hay un tema central y las imágenes se guían por ese tema. Me encanta hacer libros de artistas, porque no hay tal libertad de concepto y forma. Libros de artistas que he hecho más reciente, por ejemplo, incluyen: una serie de collage alternadas con instantáneas vintage ubicadas en un viejo álbum de fotos centrado en lo que queda después de un suicidio; otro libro sobre el color azul alternando con collage y bordado; y un libro de cuento de hadas sin palabras con siluetas montadas sobre saquitos de té ya utilizados.
ENG: I didn’t actively pursue art until my daughters were grown and I retired from practicing law. When I retired about eight years ago I had the luxury of spending my time doing what I wanted to do, not what I had to do. Because I’ve always been a voracious reader I always assumed I would get into writing when I quit my day job. But, I found instead that words didn’t interest me, visuals did, so I started to tell stories in a (for me) unexpected way, through collage.
Almost everything I do involves paper and collage. Like most collage artists, I have a large accumulation of old books, vintage magazines, mystery photos, interesting bits of paper, ribbon, small metal pieces, seed pods, old teeth, etcetera, etcetera. A collage piece usually comes to life in one of two ways – I either see an old photo or book page and wonder what it would look like if… Or, less often, I conceive of a story or situation and look for images to illustrate it. My pieces tend to be simple and the title always matters.
For artist’s books, the process is a bit more focused — there is always a central theme and the images and book pages will flow from that theme. I love making artist’s books because there is such freedom of concept and form. My most recent artist’s books, for example, include: a series of collaged and altered vintage snapshots housed in an old photo album focusing on what is left behind after a suicide; an altered book about the color blue featuring collage and embroidery; and, a wordless fairy tale book with silhouettes mounted on used tea bags.
As for training, I have none (but I did take a silk-screening class in college one time…).