La inmediatez, la híperconectividad, la eficiencia organizativa son algunas bondades tangibles de las tecnologías móviles que hoy impregnan la realidad contemporánea. Pero es evidente que estas corresponden solo a una cara de la moneda, ya que las conductas y estilos de vida que favorecen estos dispositivos también florecen en el otro filo: la caricaturesca enajenación que hoy, la mayoría, protagonizamos.
Compulsión, ansiedad, desconexión y dependencia, son solo una porción de la contraparte oscura que hoy experimentamos en torno de los smartphones, tablets y similares. Escenas hasta hace poco impensables son hoy cuadros cotidianos. Cada vez es más común ver parejas compartir una mesa en un restaurante pero distanciados años luz entre si al estar cada uno absorto en su propio universo digital. ¿Cuántas veces no hemos visto al público de un concierto estar más concentrado en “instagramear” el momento que en disfrutar la sesión? ¿Alguna vez has notado en ti una cierta ansiedad, un rush químico en tu cerebro, mientras checas, semicompulsivamente, si hay actualizaciones en tu correo, tu Twitter o Facebook? ¿Cuando tienes insomnio a quién recurres?
En cabecera os compartimos una serie de ilustraciones que documentan estas conductas. Curiosamente, si bien parece una satirización de la realidad, en realidad muchas de estas son escenas que cualquiera de nosotros ha presenciado, o incluso protagonizado, en más de una ocasión. De cualquier forma, sátira o simple documentación, las imágenes pueden servir como una suerte de espejo terapéutico para confrontarnos con un aspecto nefasto de nuestro actual estilo de vida…Texto: Pijamasurf