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Silvia Pinal y Luis Buñuel: 3 películas que marcaron historia

Bajo la dirección de Luis Buñuel, Silvia Pinal destacó en un trío de películas icónicas –»Viridiana», «El ángel exterminador» y «Simón del desierto»– que conmocionaron el cine de la época.

Silvia Pinal y Luis Buñuel: 3 películas que marcaron historia. En el panorama del cine mundial, la colaboración entre Silvia Pinal y Luis Buñuel destaca como un hito inolvidable. A través de tres películas – Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965) – esta dupla exploró los rincones más oscuros de la condición humana, desafiando las normas sociales y religiosas con una valentía y estilo que aún resuenan hoy.

Estas obras maestras no solo consolidaron la reputación de Buñuel como uno de los directores más influyentes del siglo XX, sino que también catapultaron a Pinal al panteón de las grandes actrices del cine mundial.

1. Viridiana: la virtud enfrentada al cinismo

Estrenada en 1961, Viridiana es una de las películas más polémicas y reconocidas de Buñuel. La trama sigue a Viridiana, una novicia que, poco antes de tomar los hábitos, visita a su tío Don Jaime. Lo que comienza como una historia de pureza se transforma en una oscura exploración de los deseos reprimidos, la hipocresía y la corrupción inherente al ser humano.

Silvia Pinal encarna a Viridiana con una mezcla de inocencia y determinación que la convierte en el eje moral y emocional de la película. Su actuación, llena de matices, contrasta con el cinismo despiadado de los demás personajes. La famosa escena de la “Última Cena” con mendigos es un golpe visual y simbólico que retrata el fracaso de las instituciones religiosas y sociales.

La película fue censurada en España y condenada por el Vaticano, pero ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, consolidando su lugar como un clásico irreverente y esencial.

2. El ángel exterminador: El encierro como metáfora

Un año después, Buñuel y Pinal colaboraron en El ángel exterminador (1962), una obra que raya en lo absurdo y que es una de las máximas expresiones del surrealismo cinematográfico. La película narra cómo un grupo de burgueses, después de una cena en una mansión, se ve incapaz de abandonar el lugar, a pesar de que no hay barreras físicas que lo impidan.

Pinal interpreta a Leticia, conocida como «La Valkiria», quien se convierte en una figura clave para desentrañar el misterio del encierro. Su presencia aporta un aire etéreo, casi profético, en medio del caos que poco a poco consume a los personajes. La película es un comentario mordaz sobre la clase alta, mostrando cómo la aparente sofisticación se desmorona bajo la presión de las circunstancias más triviales.

Buñuel se negó a explicar el significado de la película, dejando que el público interpretara su absurda narrativa. Esto no ha impedido que El ángel exterminador sea considerada una obra maestra cargada de significados, desde la crítica social hasta la meditación filosófica sobre la libertad y la existencia.

3. Simón del desierto: el asceta y las tentaciones modernas

La última colaboración entre Buñuel y Pinal fue Simón del desierto (1965), un mediometraje que combina la sátira y el surrealismo para contar la historia de Simón, un asceta que pasa años viviendo sobre una columna para acercarse a Dios. Pinal interpreta a Satán, quien adopta distintas formas para tentar al protagonista.

En este filme, Buñuel utiliza a Pinal como un símbolo de la tentación, el cambio y la modernidad, contrastando con la rigidez del ascetismo de Simón. Su actuación es seductora y multifacética, aportando humor y dinamismo a una historia profundamente crítica de los dogmas religiosos y la espiritualidad rígida.

Aunque Simón del desierto no alcanzó la duración de un largometraje debido a problemas de financiamiento, sigue siendo una obra poderosa que demuestra la capacidad de Buñuel para decir mucho con pocos recursos. Silvia Pinal, una vez más, brilla como el eje simbólico de las tensiones entre el espíritu y la carne.

Aunque sin ser concebidas como una trilogía expresa o con alguna secuencia de cierto tipo, estas películas conforman un tríptico con una cierta unidad de perspectiva, específicamente la visión de un artista como Buñuel, quien siempre exploró temas como la religión, moralidad, las clases sociales y la naturaleza humana. A través de la lente de Buñuel y la versatilidad de Silvia Pinal, estos filmes no solo desafían al espectador, sino que también lo invitan a reflexionar sobre las estructuras que dan forma a nuestras vidas.


Silvia Pinal y Luis Buñuel: 3 películas que marcaron historia. Por Agatha Capote

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