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El camino de la felicidad pasa por Vianda Brunch

Un reencuentro con lo que siempre nos ha hecho felices, una mesa compartida, un buen producto y cocina canalla hecha con cariño.

El camino de la felicidad pasa por Vianda Brunch. Un nuevo refugio foodie alejado del bullicio del centro con un interiorismo que es un homenaje al buen gusto. De sus paredes emergen dibujos, cuelgan esculturas y muchos más detalles que vas descubriendo.

Abren temprano y ofrecen cafés de especialidad que preparan con gran esmero y profesionalidad. Aquí el café es un culto, una religión aún por explorar y en expansión donde cada aspecto se cuida al detalle con el mimo del artesano.

El brunch no excluye y combina perfectamente con los más cafeteros

Ofrecen deliciosos Brioche como el festín de sabores, con carrilleras guisadas, mayo de jengibre y cebolla caramelizada. Sencillez bien ejecutada que se disfruta en cada bocado. Si eres más de tostas puede resultar una buen opción, la de Butifarrón picante con cherries confitados, huevo de codorniz y salsa kimchi.

Y que os vamos a contar de sus hamburguesas gourmet, las tienen de Black Angus o de pollo marinado, donde todo detalle es cuidado al milímetro, desde la excelente materia prima a los ingredientes más blandos y los contrapuntos crujientes. Y el pan, claro: punto justo de tueste, con sésamo en algunos casos y con cuerpo, sin incidir mucho en el sabor.

También entran en juego los Poke bowl, que no tiene nada que ver con el anime japonés y sí con un plato de origen hawaiano, que aquí sirven con bacalao confitado, salmón marinado o incluso de pollo crujiente. Además Vianda Brunch cuenta con una acogedora terraza con un mobiliario muy cómodo, lo que lo convierte en una acertada opción para disfrutar cualquier momento del día.



El camino de la felicidad pasa por Vianda Brunch. Por Bernd Eldelbar.

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