Miman al máximo las materias primas dándoles un trato respetuoso y un punto de acabado mejor que lo habitual, vigilando los tiempos de cocción.
Es Ginebró: un estilo de vida más natural y saludable. La cocina que Joan Coll y su equipo elaboran es sencilla, 100% ecológica, casera, sabrosa, sana y sin pretensiones, ni siquiera en los enunciados.
No busca sorprender con trampantojos culinarios de platos que no parecen vegetarianos, ni aderezos rutinarios de aromáticas especias y frutos secos. Y mucho menos, observar y predicar cierta militancia “religiosa” por su especialización.
Quizás ésta sea la razón por la que tienen una larga lista de seguidores que van a comer o cenar rutinariamente, algunas de sus especialidades más emblemáticas.
Como defensores de un estilo de vida más natural y saludable, todos sus productos son artesanales incluyendo el pan que, aviso, es para perder el sentido.
Además utilizan solamente productos de temporada con certificado ecológico que se abastecen de su propio huerto ecológico siempre que sea posible o de productores locales.
No hacen de la militancia vegetariana una bandera, por lo que se puede ir a comer sin ser vegetariano y volver. Se adaptan al paladar del comensal, para que se divierta y disfrute.
Sentarnos a la mesa del restaurante Es Ginebró a consumir las verduras y hortalizas más frescas del mercado, sin intermediarios, sin procesos que puedan devaluar su calidad, o en otras palabras, que los productos lleguen “de la huerta a la mesa” es el objetivo ya cumplido por Joan Coll. Disponer de una huerta propia permite promover la sostenibilidad y la estacionalidad de los productos.
Es Ginebró: un estilo de vida más natural y saludable. Por John Headhunter