Dicen que, si el fuego embruja, las brasas enamoran en Quina Creu que ofrece comida a la brasa con aroma ahumado, te hará salir con el estómago feliz.
Quina Creu para disfrutar de lo ancestral. Tan primitivo como cautivador, el fuego es una de las técnicas más antiguas empleadas por el hombre. El menú de este encantador restaurante con aire vintage del centro histórico de Palma ofrece un apartado a la brasa de carbón de encina.
En Quina Creu disfruta desde el turista más “foodie” hasta el cliente local que pide una lubina a la espalda, o alguna de las novedades del apartado -carbón de encina-, como son el delicioso solomillo de ternera al foie, por citar un ejemplo.
Si además se le une los innegables toques de cocina francesa presente en muchas de sus propuestas. Las elaboraciones que salen de la parrilla y la apuesta por un producto de calidad, nos dan pistas y la idea de por dónde van los tiros culinarios.
Quina Creu con cierto aire clandestino como cautivador ofrecie carnes a la brasa con más gusto, aroma y sabor.
Quina Creu se ubica en un espacio amplísimo y con techos muy altos. Se da rienda suelta a un estilo ecléctico con toques retro, lámparas colgantes de esparto que crean un ambiente de luz indirecta suave y cálida. Este tipo de lámparas de diseño dan ese toque de iluminaciín jugetona que aporta personalidad al espacio convirtiéndolo en algo único. Tiene muebles vintage, mesas para comer, barra de cócteles… es perfecto para cualquier hora del día.
Su carta, con sus diferentes apartados y su oferta de cócteles hace que sea el local perfecto para disfrutar de la comida y alargar la sobremesa tomándote un cóctel a la salida del trabajo. Su aspecto de garaje reconvertido le imprime cierto aire canalla y clandestino.
