Gallina de Piel es una bodega sin bodega, creada por David Seijas, quien fue sumiller en el restaurante de Ferran Adrià
Tras el cierre del famoso restaurante de Ferran Adrià para David Seijas llegó el momento de cumplir su sueño. Consciente de que una cosa es tener sueños y otra muy distinta es llevarlos a cabo, confió “la parte menos romántica de los números” a su actual socio Guillem Sanz. Juntos crearon Gallina de Piel, una bodega cuyo nombre hace honor a la célebre frase del difunto entrenador del Barça Johan Cruyff, de quien Seijas era un gran admirador.
Mi pasión es acercar el vino a la gente. Me mueve poder comunicar el vino. Hasta ahora lo he hecho en El Bulli y el sector de la restauración en general, a través del proyecto de la Bulli Foundation, escribiendo libros, dando clases, conferencias, en radio y en televisión. Ahora tengo ganas de seguir contando historias embotelladas, comparte David Seijas
Gallina de Piel es una bodega atípica, siguiendo el más puro estilo bulliniano. No tiene viña propia ni bodega. “Embotellamos historias y para cada historia firmamos una joint venture con una bodega distinta”, explica Seijas. Desde su primera vendimia, en el 2016, han embotellado cuatro historias que han dado vida a cuatro vinos.
Cuatro historias para cuatro vinos
Los cuatro vinos de Gallina de Piel provienen de diferentes comunidades autónomas, concretamente, de Aragón, Cataluña y Galicia. “Esto te da la ventaja de hacer cosas interpretando el paisaje con sus variedades autóctonas y con la gente que conoce bien el territorio, que llevan muchos años allí”, comenta
El primero de ellos es La Roca del Crit, un tinto elaborado con las uvas de la viña que tenía el corazón robado a Seijas. El nombre es un recuerdo a la roca que había detrás de El Bulli, adonde el sumiller iba a soltar un grito para aliviarse cuando el servicio se complicaba.
El segundo vino que Gallina de Piel descorchó es Manar dos Seixas, un blanco elaborado en Galicia, de donde procede la familia del emprendedor. Seixas, palabra de la que deriva el apellido Seijas, significa paloma brava en portugués.
La tercera creación de la firma es Ikigall, otro blanco. Combina el concepto japonés ikigai (el significado de la vida) y la palabra gallo, un guiño al Penedès, de donde procede este caldo.
Mimetic, un tinto ilustrado con un gallo que llega de Calatayud, es la última historia embotellada de Gallina de Piel.
Seijas y Sanz quieren hacer llegar estas historias a todo el mundo. “Vendemos a países como el Reino Unido, Países Bajos, Suecia… puntualmente también hemos vendido a China, Perú y Brasil y estamos intentando entrar en Estados Unidos y Japón”, explica Sanz.