La cocina de Ca Na Toneta es sencilla, sabrosa, sana y sus platos están inspirados en antiguas recetas mallorquinas.
La armonía entre el arte y la gastronomía en Ca Na Toneta. Las hermanas Solivellas lo saben, lo verdaderamente enriquecedor, inteligente y sostenible es adaptar el conocimiento global al entorno más cercano, practicar una cocina local innovadora y jugar con sabores, olores, colores y texturas para lograr un resultado desconocido con un producto conocido.
““Para mí la gastronomía, entre otras cosas, es pura comunicación. Ese es el motivo de nuestro interés y necesidad de trabajar con artistas y expresar a través de otras disciplinas y otros lenguajes que amplifican el discurso y la experiencia”. Maria Solivellas.
La armonía entre el arte y la gastronomía en Ca Na Toneta. Un espacio dibujado con luz tenue, una decoración rústica pero elegante y con una cocina de criterios similares.
En las paredes interiores encuentras piezas de cerámica de Bàrbara Juan, artista de la casa desde los inicios. Esculturas de Nauzet Mayor. Y la terraza esta tomada por una rotunda intervención del artista Albert Pinya.
Todos la comida se sirve en recipientes y vajillas diseñados ex profeso por artistas y artesanos afincados en la isla, como Nicholas Woods, Nauzet Mayor, Pere Coll e incluso algunas piezas hechas por la misma cocinera. Detalles que sumados a una cocina humilde pero profunda, hacen que la esperiencia sea realmente unica y especial.
«The Big Dream. (O viaje al centro de la Tramuntana, viaje al cosmos de Ca Na Toneta.)»
El lenguaje de las hermanas Solivellas, posee varios paralelismos y nexos directos con el lenguaje y el discurso con el que voy hilvanando parte de mi obra, desde hace varios años. Lo que provoca que el entendimiento y la complicidad entre ambas partes desemboque, con frecuencia, en una unión mayestática.
El punto de partida siempre tiene como base la esencia de lo ultra-local. De una manera descarada, radical y subversiva. Y, esta esencia, a través de medios como la gastronomía o las artes visuales, se eleva a una categoría universal.
En el caso de la nueva intervención en la terraza, titulada «The Big Dream», hay que tener en cuenta que es la continuación de la primera intervención que ya realicé en 2011, con título «Ultimátum a Monsanto.» Es importante dejar claro que no es una segunda parte, sino que es la evolución/sublimación de aquella historia de venganza, odio y muerte.
En «The Big Dream» la intención era desarrollar la visión de un futuro utópico (frente a todas aquellas historias ciclostiladas sobre futuros apocalípticos), mediante la exaltación y la abundancia de todos aquellos elementos que poseen unas connotaciones propias de los Héroes Contemporáneos (payés/payesa-animales-alimentos) y la reivindicación de este particular modelo de entender, ya no sólo la gastronomía, sino la vida.
La historia comienza con el viaje de unos alienígenas, al centro de la Tramuntana. Y, por lo tanto, al cosmos de Ca Na Toneta.
En esta visita, los alienígenas mantienen contacto con algunos Héroes Contemporáneos que les transmitirán conceptos ancestrales y revivirán experiencias con las que descubrirán nuestra identidad más autóctona y profunda.
Además de tener la oportunidad de comprender, las claves del Hedonismo Responsable que siempre se ha defendido en Ca Na Toneta: Food for Thought y conocer valores como el compromiso, el oficio y la memoria.
Toda la narración está enmarcada dentro de un gran paisaje y, en uno de los fragmentos de este paisaje, «…aparece un altar con alimentos, sagrados, dispuestos en forma de naturaleza…». Es en este tipo de instantes, cuando se produce la dualidad y la complicidad total entre nuestros lenguajes.
Ya que aparte de recuperar todo lo referente a la gastronomía local, por otra parte, se recuperan géneros abandonados pero inmortales, en pintura, como el bodegón o el paisaje.
«The Big Dream» ha sido amamantado por trabajos de El Greco, Goya, Arcimboldo, Rafel Joan, David Lynch, Jaume C. Pons Alorda, Pau Vadell, Emili Sánchez-Rubio, Pep Laguarda y el grupo de música Interpol.
La armonía entre el arte y la gastronomía en Ca Na Toneta. Por Rose Sioux