Arte visceral: cabezas de bebé y órganos como metáfora de la fragilidad.
Qimmyshimmy: «Entre lo bello y lo bizarro». La obra de la artista singapurense nacida y criada en Singapur y actualmente residente en Eindhoven, Países Bajos, se alza como un testimonio contemporáneo de la eterna tensión entre lo bello y lo macabro.
Bajo un nombre artístico que resuena con un eco juguetón y enigmático, esta creadora trasciende los límites de lo convencional para ofrecernos una visión profundamente personal del arte, rica en contradicciones y desbordante de matices.
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Una artista de contradicciones.
Qimmyshimmy, cuyo verdadero nombre es Lim Qi Xuan, se autodefine como una “amante de lo horrible y de lo bello”. Su declaración no solo sintetiza el espíritu de su obra, sino que también invita a reflexionar sobre la coexistencia de estas dos fuerzas aparentemente opuestas en el ámbito artístico. Es precisamente en esa intersección donde florece su creatividad. Desde su pequeño taller doméstico, Lim transforma su pasión por lo peculiar en esculturas que evocan una extraña fascinación: objetos que son a la vez vulnerables y perturbadores, bellos e incómodos, inocentes y transgresores.
De diseñadora a escultora.
Aunque profesionalmente Lim es diseñadora gráfica, su verdadera identidad artística emerge al margen de su horario laboral. Es en su tiempo libre cuando se convierte en una suerte de Víctor Frankenstein moderno, moldeando pequeñas esculturas que parecen habitar un limbo entre lo orgánico y lo surrealista. En su obra destacan formas humanas y animales, representadas con un detalle casi obsesivo: cabezas de bebé que oscilan entre la dulzura y lo macabro, cráneos de animales que remiten a un simbolismo ancestral, y órganos humanos que invitan a una reflexión sobre la corporalidad.
Esta dualidad entre lo cotidiano y lo extraordinario está intrínsecamente ligada al material que utiliza: la arcilla polimérica. Con una paleta limitada de colores beige y rojo, Qimmyshimmy recrea las tonalidades de la piel y la carne, logrando un efecto hiperrealista que es, a la vez, evocador y perturbador. Sus herramientas, tan humildes como agujas y pinceles, revelan su compromiso con la precisión y el detalle.
Morbosidad y Fragilidad: El Eje Temático
Lim explica que su atracción por las cabezas de bebé proviene de su simbolismo: representan tanto vulnerabilidad como incomodidad. Este motivo recurrente es central en su exploración artística. Sus esculturas parecen encapsular un estado de transición, como si fueran vestigios de un sueño extraño o reliquias de un mundo alternativo. A pesar de su apariencia inquietante, estas obras no buscan simplemente impactar; hay en ellas un sentido de fragilidad que las hace profundamente humanas.
“Siempre me han fascinado las curiosidades morbosas y la ciencia ficción”, admite la artista. Esta fascinación se traduce en piezas que, aunque podrían ser interpretadas como grotescas, están impregnadas de una sensibilidad única. Lejos de caer en el mero espectáculo de lo macabro, Qimmyshimmy logra equilibrar el peso del horror con la delicadeza del detalle, creando un diálogo continuo entre el espectador y la obra.
Técnica y Talento
Es difícil imaginar que Qimmyshimmy lleva apenas seis años esculpiendo. Su dominio técnico, evidente en cada detalle minuciosamente modelado, desmiente su relativa inexperiencia en este medio. El proceso creativo de Lim, que incluye hornear las esculturas en el horno de su casa, refleja tanto su dedicación como su conexión íntima con su obra. Este método artesanal le permite mantener un control total sobre cada etapa de la creación, garantizando que cada pieza sea una extensión de su visión artística.
El surrealismo y el hiperrealismo se funden de manera armoniosa en sus obras, que parecen existir en un delicado equilibrio entre lo imaginado y lo tangible. Cada pieza cuenta una historia, o más bien, invita al espectador a imaginarla. Y aunque Qimmyshimmy no se dedica a la comercialización masiva de sus creaciones, las pocas ventas y encargos que realiza son testimonio del creciente reconocimiento de su talento.
Un Talento Innegable
La obra de Qimmyshimmy es una invitación a explorar los límites de nuestras propias percepciones. Su capacidad para transformar lo familiar en algo extraño, para encontrar belleza en lo inquietante, y para provocar emociones contradictorias, habla de un talento artístico que trasciende lo común. En un mundo donde la inmediatez y la superficialidad a menudo predominan, su dedicación al detalle y su habilidad para evocar sentimientos complejos son un soplo de aire fresco.
En última instancia, las esculturas de Qimmyshimmy no solo son objetos de contemplación, sino también portales hacia una dimensión donde lo bello y lo horrible coexisten de manera sublime. Como ella misma dice, no debemos temer saludarla: su arte, aunque desconcertante, nos recuerda que incluso en lo más extraño podemos encontrar algo profundamente humano.
Qimmyshimmy: «Entre lo bello y lo bizarro»- Por Mónica Cascanueces.