Amber reflexiona sobre la incomodidad que las personas tienen con sus complejos, cuestiona el consumo, la cultura del bienestar y el ritmo frenético de la vida.
La vida cotidiana de Amber Boardman. Obsesionada por crear personajes con personalidades únicas y con cosas raras como los collarines ortopédicos a Boardman le encanta pintar cuerpos distorsionados, tonos de piel extraños, vello corporal, granos; las cosas que la gente quiere ocultar. Aceptar las imperfecciones para poder paliar y vivir con ellas.
«Intento observar las cosas normales que la gente hace, pero con una mente curiosa, y luego imagino formas en las que puedo caracterizarlas. Un ejemplo es mi fascinación con los rituales de belleza de las mujeres y la industria que los rodea.
Pienso en las mujeres que pinto como artistas que usan el maquillaje, el bronceado en spray, el tinte para el cabello, la cirugía plástica, etc., como sus medios artísticos.
También estoy explorando sus motivaciones. Mis personajes suelen ser inseguros y tienen ansiedad por verse bien o estar a la moda. Me interesa especialmente cómo las personas pueden distorsionar sus cuerpos para verse mejor pero terminan viéndose grotescas.
Es importante señalar que no me estoy burlando de estos personajes. Tengo simpatía por sus sentimientos de insuficiencia, pero no los comparto exactamente. Es como sostener un espejo ante el comportamiento normal. Cuando realmente miras algo común, empieza a parecer bastante extraño.
El retrato de Amber Boardman presenta un alter ego suyo llamado Jade, el nombre que su madre originalmente quería ponerle. Ha estado desarrollando el personaje durante los años.
Jade mira con aspiración las representaciones de la belleza en el mundo meta, la cultura de los selfies y tendencias como el ‘autocuidado’ y el ‘tiempo para mí’, pero descubre que intentar relajarse se ha convertido en otra cosa que debe agregar a su lista de tareas diarias”, dice Boardman.
Jade intenta estas tácticas de ‘autocuidado’ simultáneamente, rodeándose en el baño con una copa de vino, una licuadora llena de batido verde, libros de autoayuda, velas, una mascarilla facial, una esterilla de yoga y su nuevo pasatiempo, la pintura.
En la superficie, esta pintura, que está parcialmente inspirada en memes de internet sobre el tema del autocuidado, es divertida porque ella se ve ridícula. A un nivel más profundo, cuestiona el consumo, la cultura del bienestar y el ritmo frenético de la vida.
“Me interesa la capacidad de los memes de internet, las bromas y el humor para ser pequeños ensayos antropológicos que revelan lo que es importante en nuestra cultura en este momento. Mi trabajo tiene como objetivo resaltar las absurdidades de la vida cotidiana”.
Un poco más sobre Amber Boardman
Amber Boardman es una artista nacida en Estados Unidos y radicada en Sídney, que crea pinturas a gran escala, densamente estratificadas, que examinan el comportamiento de las multitudes y el papel de Internet en la formación de normas sociales en constante cambio. Boardman combina su experiencia en pintura y animación para crear obras narrativas que se nutren del lenguaje visual de los dibujos animados, influenciada en parte por su trabajo como animadora para [adult swim] de Cartoon Network, Comedy Central y Google.