Entre los seres humanos siempre habrá una corriente subyacente de tensión, la cual es la esencia misma de lo que nos hace verdaderamente humanos.
Ngai Wing Lam: buscando las almas perdidas. Nagai profundiza en el sentido de lo desconocido: ¿realmente nos amamos? ¿Realmente sabes lo que piensa la otra persona? Este sentido generalizado de conflicto, esa lucha entre lo que vemos y lo que pensamos es una guerra silenciosa y potente que arde internamente.
Ant Ngai Wing-lam se graduó con una licenciatura en la Academia de Artes Visuales de la Universidad Bautista de Hong Kong en 2008. Su medio principal es la pintura y su trabajo a menudo representa personas con cabeza de pez. Estas historias y personajes están inspirados en sus propios sueños y entorno. Habiendo crecido en Hong Kong, sus pinturas suelen tener lugar en el paisaje de la ciudad.
El artista insiste en que nunca hay un adiós definitivo, porque cada final es el indicador más cierto de que la próxima historia de tensión está a punto de comenzar. Este grupo de nuevas pinturas es una búsqueda de este esquivo punto de partida. La colocación intencional de personajes en lugares muy reconocibles de Hong Kong como Tai Hang Tung cerca del distrito de Kowloon Tong y la Pak Tin Estate en Shek Kip Mei es la forma en que la artista trata de encontrar orientación en este mundo siempre cambiante.
¿Sabemos alguna vez lo que estamos buscando? ¿Realmente están perdidos los peces? ¿Es el hombre idealizado inevitablemente desorientado y vacío? Los personajes principales de esta exposición no se representan en forma humana; sin embargo, representan una manifestación de todo lo que estamos a punto de perder si las personas dejan lo que es valioso.
Existimos en un mundo lleno de conflictos. El Hombre Pez siempre aparece en sus pinturas como una búsqueda de las almas perdidas
La cara sin palabras del Pez Koi oculta emociones internas. El par de Hombres Pez se coloca entre la multitud con diferentes posturas e identidades, representando la vida de las personas contemporáneas.
Ngai Wing Lam: buscando las almas perdidas