Las obras del artista parecen hacerse eco de la iconografía religiosa familiar y reflejan la sociedad con su vanidad, adicciones y sufrimiento.
Mitch Griffiths: vanidad, codicia, adicciones y sufrimiento. Se sumerge en la cultura de los antiguos maestros, leyendo mucho sobre la historia del arte y frecuentando los museos de Londres para examinar las obras.
De regreso a su estudio, prueba sus técnicas de pintura, la composición y la iluminación, trabajando hasta haber perfeccionado sus habilidades a un nivel donde pudiera reproducir, y luego avanzar con creatividad, sus modelos. Mitch Griffiths explica: «Cuando estoy de pie frente a un caballete, pintando, tiendo a habitar mi propio pequeño rincón de realidad, tratando de crear mi propia realidad en el lienzo. Creo que todos tienen estos diferentes niveles de realidad»
Aunque su lenguaje artístico tiene una deuda con el pasado, en el contenido Griffiths aborda con rigor los problemas del siglo XXI. Crea grandes y complejos lienzos llenos de detalles que exponen las inmoralidades y las pretensiones de nuestro tiempo.
Sin embargo, su simbolismo refleja una búsqueda moderna para la redención de la auto-obsesión y el consumismo de la sociedad contemporánea de primer orden, con su vanidad y codicia, las adicciones y el sufrimiento innecesario.
Pintando al óleo en un estilo brillante y realista, el artista contemporáneo británico Mitch Griffiths produce inquietantes retratos modernos que abordan temas de identidad e inclusión, obsolescencia y conflicto. Evocando los lienzos monumentales de los pintores del Viejo Maestro, Griffiths juega con la impactante yuxtaposición de dispositivos estilísticos tradicionales con temas inconfundiblemente contemporáneos.
Mitch Griffiths toma prestados las temas de la vida contemporánea dotando a las escenas potencialmente banales de seriedad y fuerza épica señalando la vanidad, la codicia, adicciones y el sufrimiento innecesario adherido a la sociedad sistemática, autómata, costumbrista, insensata e infantil
Como explica Griffiths: «Esta obras examinan ideas que he estado teniendo sobre el triunfo del espíritu humano contrastado con la autoridad más tangible ejercida por diversas estructuras institucionales o gubernamentales de la sociedad humana. La lucha por el poder se puede encontrar en la carrera diaria o en los escalones superiores de la política global».
Mitch Griffiths es un artista nacido en Nuneaton, Inglaterra, en 1971. Su pasión por el dibujo arranca ya en su infancia, y es fomentada por la escuela, a la cual representó en varios concursos de arte. Planificando su carrera como artista, se matricula en el South Devon College, terminando con un diploma en Diseño Gráfico en 1987. A esto le seguiría un Diploma Nacional Superior en ilustración en el Southampton Institute. Su trabajo inicial como ilustrador comercial, se complementará con una gran variedad de puestos de trabajo temporales.