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El fotógrafo Marius Sperlich redefine el «extreme close up»

La imaginación es esa herramienta capaz de sacarnos de nuestras creencias limitantes, patrones y normas aprendidas.

El fotógrafo Marius Sperlich redefine el «extreme close up». Soñar con cuerpos que hacen de mapas de mundos imposibles, es lo que hace que todo aquello en lo que creemos, se tambalee.

El artista Marius Sperlich, radicado en Erlin, utiliza inteligentemente el cuerpo humano, principalmente el rostro, como fondo para mini dioramas, composiciones surrealistas y divertidas narraciones.

El fotógrafo Marius Sperlich redefine el «extreme close up». Para el fotógrafo alemán, la belleza femenina es un asunto que debe admirarse muy, pero muy de cerca

Obsesionado por los primeros planos que despiertan la imaginación de los espectadores, muestra el cuerpo humano de formas creativas y, en ocasiones, incluso extrañas. Trata sus fotografías como cortometrajes y, por tanto, actúa de forma similar a un director.

Siempre se sigue un guión o un sentimiento básico para garantizar que los protagonistas transmitan sus ideas a la perfección. La preparación siempre es parte del trabajo de Sperlich, ya que planifica sus producciones hasta el último detalle y luego las desmonta para crear el personaje. Algo que era perfecto no puede mancharse fácilmente.

Cometer errores y contingencias hacen que las ideas sean emocionantes, reales y tangibles. Con su trabajo pretende hacer sentir algo a la gente. Inspirada en la sensación de malestar, saca al espectador de su zona de confort.

Un poco más sobre Marius Sperlich:

Actualmente vive en Berlín, donde también tiene su estudio. Utiliza partes del cuerpo humano como escenario de sus fotografías, donde pequeños personajes en miniatura realizan todo tipo de tareas.

Sus viscerales close-ups requieren una mirada profunda por parte del espectador, un bombardeo perturbador de estímulos donde la composición artística, el uso dramático de los colores, o el alto contraste, dan lugar a imágenes encuadradas de bocas carnosas y húmedas que parecen traspasar la pantalla, apreciando la calidez de también otras íntimas partes del cuerpo.

¿Construcciones provocadoras y críticas de la sociedad alrededor de los medios?, ¿pureza?, ¿placer?, ¿instrumentación del cuerpo femenino? Como se suele decir, la excitación o incomodidad está en el ojo del que mira.

El fotógrafo Marius Sperlich redefine el «extreme close up». Por Silvia García

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