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Recovery Mode

Recovery Mode. Sin embargo, la historia se empeña en fechar la primera guerra de la humanidad hace cuatro mil quinientos años, entre las ciudades sumerias de Lagash y Umma, aunque la verdad es que yo creo que los australopithecus ya se forraban a hostias, se rebanaban la cabeza a garrotazos y se tiraban piedras al entrecejo.

Después llegaron las puñaladas con puñales de hueso y eso de lanzar lanzas con puntas de metal apuntándote al pecho. Fuera como fuese, lo que está claro es que a partir de ahí la liaron parda en Mesopotamia, Horus se ensañó con los testículos de Set y a Nemti le cortaron los dedos de los pies, el caballito de Troya cabalgaba disfrazado de sangre mientras la mitad de los bebés nacidos en Esparta se abandonaban en hoyos hasta morir de hambre. El Magno de los cojones exterminó todo lo que pudo y más, los persas encerraban a la peña en un cajón y la alimentaban con comida podrida para provocar diarreas que atraían a esos insectos que serían sus verdugos. Los romanos hacían grupos de diez y obligaban a nueve de ellos a matar al restante de la manera que se dictase, eso sí, mientras los emperadores y senadores follaban hasta con su madre, comían uvas como cerdos y bebían hasta el amanecer, y los Vándalos y los Bárbaros, y los Hunos y los otros, y los tribunales religiosos estirando cruelmente a sus víctimas hasta treinta centímetros, utilizando sin piedad el aplasta pulgares, el tormento del agua y la pera vaginal, oral o anal. Los cruzados cruzaban todos los límites posibles para violar, sanear y aniquilar, los Mongoles asesinando a unos cuarenta millones de personas a lo largo de sus putas expediciones y batallas (incluidos los prisioneros que fueron enrollados en alfombras para palmar aplastados por los caballos en estampida), y suma y sigue con decapitaciones, extirpaciones, violaciones, mutilaciones, cremaciones, lapidaciones, castraciones y crucifixiones, entre otras, y ahora multiplícalo todo por el número más grande que te permita la imaginación, ahora que puedes, porque tú estás vivo.

Recovery Mode. Y si vomito todo esto no es por cuestiones de placer sino por querer entender el mundo en el que vivimos hoy, y la verdad es que no es tan difícil porque con poco viento caen al suelo las torres sin cimientos y con la base que tenemos no podía ser de otra manera.

Pero nunca es tarde cuando la picha es buena y yo creo que la solución está en no escatimar esfuerzos en ciencia y tecnología, sin limitaciones y a saco, hasta que llegue un día que en vez de ombligo tengamos un botón para hacer un Recovery Mode que nos devuelva a nuestros valores de fábrica y nos ponga la cabeza en su sitio.

Mientras tanto, tendremos que seguir resistiendo con un cable HDMI metido en el culo y un puerto USB incrustado en la garganta.


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