El fotógrafo Pawel Jaszczuk, de origen polaco, se ha dedicado a retratar la situación que sufren los trabajadores de oficina en Japón durante sus jornadas laborales de 60 horas.
Pawel Jaszczuk muestra cómo es la jornada de 60 horas en Japón. La sociedad nipona tiene muy integrada la jornada laboral de 60 horas semanales. Esta situación precaria causa escenarios tragicómicos como los que logra mostrar Jaszczuk en sus fotografías.
La amplicación de horario laboral sucedió a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando existía una necesidad de reactivar la economía del país nipón. A día de hoy, creemos, no tiene ningún sentido.
Dicha sensación de respeto hacía el trabajo duro todavía prevalece y es causa directa del aumento de fallos cardíacos y un incremento del número de suicidios.
El fotógrafo Pawel Jaszczuk vivió durante muchos años en Tokio y se dio cuenta de que la situación laboral nipona era crítica. Tan solo era necesario salir a la calle fuera del horario laboral para encontrarse con gente trajeada durmiendo en espacios públicos.
Estas fueron algunas de las imágenes que capturó:
«En general, obtuve una respuesta muy positiva en Japón y creo que el mensaje fue bien recibido. Mis fotos son sólo un ejemplo de cómo son las cosas en Japón. En la cultura japonesa simplemente no eres nadie. Podrías trabajar duro y al día siguiente te despedirían. Es casi una obligación que por las noches salgas con tu jefe o compañeros. Luego, al día siguiente, vuelves al trabajo y vuelve a haber esa distancia entre todos. Se comportan más como máquinas que como humanos.», Pawel Jaszczuk en una entrevista.
El debate en Japón de los límites del trabajo y el poder que tiene en nuestras vidas se ha abierto mediante la visibilización que tiene la fotografía. Proyectos como los de Pawel Jaszczuk conciencian a una sociedad que normaliza dinámicas, en algunos casos, nocivas. Todas estas fotografías se dispararon entre 2008 y 2010, pero el libro compilatorio no salió a la luz hasta 2018.
Al fin y al cabo, el trabajo supone una gran parte de nuestras vidas. Estas fotografías, de entrada, pueden parecer divertidas pero no dejan de señalar una serie de problemas graves: la falta de ocio, el no-descanso, el cansancio en la etapa más salvaje del capitalismo y la pérdida de identidad del ser humano. Ya lo dijo el pensador Karl Marx:
«El trabajo es por esencia la actividad carente de libertad, inhumana y asocial, cuya condición y cuyo resultado es la propiedad privada.» En muchos casos, esta propiedad privada ni siquiera compensa el sobreesfuerzo laboral.
Por Patuca Rodríguez