Las pinturas más recientes de Martiros Adalian exploran la desintegración de la memoria, lo material, el pasado y el presente
Apareciendo como reliquias recuperadas con fachadas envejecidas e imperfecciones en el lienzo, las pinturas de Adalian fusionan la estética contemporánea de los medios mixtos y el grunge con el retrato clásico. Al establecer un nuevo contexto moderno para sus retratos, Adalian infunde una actitud audaz junto con una profunda apreciación por la tradición.
A través de su distintiva combinación de lo antiguo y lo nuevo, sus obras promueven la retrospectiva de la innovación artística y la emoción humana mientras navegan por la compleja y cíclica naturaleza de la desintegración y el renacimiento.
Adalian continúa su exploración de la incorporación de estilos contemporáneos con la iconografía de la historia del arte europeo.
Inspirado en los antiguos retratos de Césares, filósofos, esclavos y proletarios del Imperio Romano en el museo del Vaticano, Adalian concluyó que los rostros de las personas no cambian y que los rostros modernos son en realidad muy antiguos. Al establecer una conexión entre el arte moderno y lo clásico, sus recreaciones priorizan las similitudes de la humanidad y la continuidad de la vida y la tradición en lugar de representaciones identificables.
Abrazando el concepto de desintegración, sus lienzos están marcados con rasgaduras y laceraciones, exponiendo los bastidores y distorsionando aspectos del retrato para hacer eco de las obras dañadas de la colección del Vaticano.
Imitando la apariencia desgastada de las obras antiguas y sus ocasionales rasgos faciales faltantes, los adornos de alquitrán y el empasto acrílico crean un efecto multidimensional y multitextual. Manteniendo una paleta de colores de tonos tierra ricos e iluminación dramática, la aplicación de gruesos trazos de pintura y alquitrán es simultáneamente espontánea y estratégica, estableciendo puntos focales y redirigiendo al espectador hacia áreas de detalle elaborado. Al enfatizar audazmente la fisicalidad de su proceso de creación, Adalian traspasa los límites de los modos convencionales de retrato.
Martiros Adalian (nacido en 1972, Ereván, Armenia) se graduó en el Colegio de Arte Terlemezian de Ereván, Armenia, antes de trasladarse a Estados Unidos en 1990. Comenzó a pintar cuando tenía tres años como resultado de crecer en una dinastía de artistas familiares, incluyendo a su padre, tío y primos. Adalian ha expuesto en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Estados Unidos, Europa y Rusia.