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El amor carnal y el sexo explícito de Luca Giovagnoli

Hay mucha gente que es capaz de asociar los sentimientos y las sensaciones a los colores. Si todos y todas pudiéramos tener ese talento, ¿con qué colores identificaríamos el sexo y el amor?

El amor carnal y el sexo explícito de Luca Giovagnoli. Igual una gama de grises, rosas y azules materializarían la intimidad y la carnalidad que hay cada vez que disfrutamos de otro cuerpo o decidimos compartir nuestra alma. Por lo menos así es como Luca Giovagnoli pinta los deseos más primarios y necesarios que experimentamos.

En su serie de provocadores óleos, lo explícito de sus conceptos y de sus formas contrasta con la inexactitud de unos contornos, poco definidos e incluso grotescos, que evocan a la falta de racionalidad que caracteriza a las pasiones más extremas.

Luca nación en 1963 en Rímini (Italia), donde aún vive. Trabaja entre Rímini y Milán. Tras estudiar Bellas Artes comenzó a trabajar como diseñador gráfico. Presentó su primera exposición individual en 1990.

El amor carnal y el sexo explícito de Luca Giovagnoli. La técnica utilizada es el óleo acrílico sobre lienzo o papel.

Algunas de las exposiciones más importantes del artista han sido: en 2021 Convivium, en el Palazzo del Podestà Rimini; en 2020 To Paint is to Love Again, en la Galleria Nino Mier de Los Ángeles, comisariada por Oliver Zahm; y en 2019 en el marco de Art Miami, en Florida.

Su trazo calculadamente ligero y su personal perspectiva cromática son los sellos de identidad de una obra que no deja indiferente a quien la contempla, porque es reflejo de lo que somos cuando nadie nos ve o de lo que hacemos con esas personas que nos ven realmente.

Mucha gente ya se ha preguntado, y muchos más lo harán después de haber visto estas pinturas, qué demonios están haciendo estas figuras, qué quieren expresar estas caras, recortadas como son de otros tiempos y otros lugares.

Como Davide Rondoni escribió sobre ellos: «al igual que alguien que no quiere perderse, (….) que no desea perderse en el olvido. ¿Quién no se resigna a ser confinado para siempre en otro lugar, en otra existencia borrosa y abandonada, en algún lugar del tiempo pasado terminado en comparación con la percepción caótica y vibrante del tiempo presente? Las figuras humanas aquí en la pintura piden, aunque posando inicuamente, disimulando, ocasionalmente simpering y maquillando, existir una vez más».


El amor carnal y el sexo explícito de Luca Giovagnoli. Por Luiki Alonso

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