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Koreless: A caballo entre el baile y la escucha de salón

El escurridizo productor galés Koreless nos deleita al fin con un disco hecho y derecho en el que derrocha creatividad y capacidad para sorprender

Koreless: A caballo entre el baile y la escucha de salón- El caso de Koreless es cuanto menos curioso. Y en parte es frustrante para los fans. En sus diez años de carrera, que dieron comienzo con el lanzamiento del single ‘4D’, apenas ha tenido actividad con su proyecto principal.

Ha colaborado con enormes figuras de la electrónica alternativa (tales como SamphaFKA Twigs o SBTRKT), pero con poquísima actividad en solitario. El lanzamiento de este ‘Agor‘ era algo que esperábamos con muchísima expectación y escepticismo, generado por tantos años de inactividad.

Si la música de Koreless es de escucha de salón o de ponerse a sudar es difícil de dirimir. Suena a clásica contemporánea, a ambient o a vaporwave tanto como a garage, a trance o a cualquier cosa que se aleje de todo esto.

Es complicado sintetizar en unos párrafos la inmensidad de emociones en la que te hace sentir este disco. Quizá su mayor virtud en conjunto sea la impecable manera en la que el disco evoluciona y va añadiendo nuevos elementos que hacen la escucha algo muy orgánico y trascendental.

Koreless: A caballo entre el baile y la escucha de salón. Una buena manera (a nuestro juicio) de entender y resumir este disco es dividirlo el disco en tres partes que bien podrían representar las distintas etapas de la vida de una persona.

El galés Lewis Roberts ha logrado algo que pocos consiguen: que el público le reconozca en apenas un par de (no)beats.

Agor‘ se puede desglosar en tres partes que recuerdan a distintas fases de la vida del individuo, con sus distintos cambios emocionales y de forma de ver las cosas

Mucha culpa tiene Agor, un álbum-debut con el que se obsesionó hasta perfeccionarlo al extremo. Muchos de sus cortes sonarán en su misterioso directo, en el que apenas se le aprecia sobre el escenario agitando objetos y haciendo magia tras sintetizadores. Con Koreless, uno nunca sabe si está ante un nostálgico o ante un avanzado a su tiempo.


Koreless: A caballo entre el baile y la escucha de salón-Por John Headhunter

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